Las primeras uvas de mesa ecológicas de la temporada de WCB Farming, en Sudáfrica, propiedad de Warren Bam, está previsto que lleguen esta semana (semana 7) al Reino Unido y Europa.
Sus receptores en el Reino Unido y en la Europa continental esperan con impaciencia algunas de las últimas variedades sin semillas que Warren Bam ha cultivado con sus propias manos. Cultiva uvas de mesa ecológicas en la finca Gunsteling (Favourite), una de las cinco solamente que cuentan con la certificación ecológica en Sudáfrica.
«La agricultura ecológica es gratificante, pero puede ser muy difícil. Este año, nuestras lluvias de invierno han sido prolongadas e intensas, mientras que nuestra temporada comenzó más tarde de lo habitual. Yo empecé a cosechar las uvas ecológicas en la semana 2. El inicio de la temporada fue bastante errático. Al principio solo pudimos envasar durante unos dos días a la semana y teníamos que esperar a que los granos alcanzaran los niveles de azúcar óptimos. Las llegadas que se producirán a partir de la semana 7 se esperan con ansias en nuestros mercados claves», explica Bam.
Sus uvas ecológicas se suministran Ethical Fruit Company, un cliente británico consolidado, y directamente a los principales mercados de alta gama de Europa.
FreshPlaza visitó a Bam en sus fincas de Saron, una exuberante región productora de uva de mesa situada a unos 130 km de Ciudad del Cabo. La visita fue organizada por la Agricultural Writers South Africa de la región de !Xhariep –la asociación profesional de periodistas agrícolas del país–, que entregó a Bam el reconocimiento New Entrant to Commercial Farming en 2017.
Bam, hijo del fallecido Herman Bam, trabajador agrícola de Saron, no pudo acceder a estudiar agricultura durante los años del apartheid de Sudáfrica. Ahora es el exitoso propietario de una explotación vitícola convencional de más de 100 hectáreas, Wesland, con Wessel van Niekerk, hijo de un empleado de su padre y que pertenece a la tercera generación de agricultores. Hace unos años, Bam y Van Niekerk tuvieron la suerte también de comprar la finca vecina, Die Denne, situada entre las fincas Gunsteling y Wesland. Ahora, en total, tienen más de 200 hectáreas con un volumen de exportación de entre 50.000 y 570.000 cajas de las últimas y más buscadas variedades de uvas de mesa sin semillas. Entre ellas se incluyen variedades como Joybells (el cultivar obtenido en Sudáfrica), Autumn Crisp, Sweet Globe, Jack Salute, Allison, Sweet Sapphire y Arra 15.
Bam tiene un largo historial de producción ecológica, al haber podido hacer realidad su pasión de cultivar uvas de mesa en una finca vecina, Lushof. Fue en el funeral del padre de Bam, hace más de 21 años, cuando el hermano de Van Niekerk, Braam, le pidió que se uniera a su empresa agrícola como gerente. Finalmente, Lushof se vendió a un agricultor británico que le pidió a Bam no solo cultivar uvas de mesa ecológicas, sino también arándanos ecológicos.
Warren Bam (izquierda) y su socio Wessel van Niekerk (derecha)
El éxito de la asociación de Bam y Wessel van Niekerk es un ejemplo perfecto de lo que se puede lograr en la agricultura sudafricana con el respaldo del sector (SATI) y del Gobierno (tanto de Agricultura del Cabo Occidental como del Gobierno nacional) en forma de dinero, herramientas, etc., para impulsar una verdadera transformación de la propiedad igualitaria.
Ahora, más de 20 años después, Bam acumula toda esta experiencia práctica en agricultura ecológica y también convencional. Esto lo sitúa en una posición única como propietario de ambos tipos de plantaciones para establecer comparaciones de primera mano entre las necesidades de cultivo, envasado y envío de las dos.
«Aunque la producción ecológica es un nicho de mercado con pocos proveedores, se pueden alcanzar precios más altos por caja que con las uvas convencionales, con un precio más estable y predecible, independientemente del tamaño de la uva. Sin embargo, la agricultura ecológica es muy complicada, necesita gestión diaria. Ni siquiera te puedes relajar en Navidad o en Año Nuevo porque las vides ecológicas necesitan una atención constante y muy buena para alcanzar niveles óptimos. Los productos químicos, como los tan necesarios fitosanitarios, y las herramientas de mitigación de riesgos son muy limitados. En la agricultura ecológica podemos aplicar determinados productos químicos de contacto, pero se eliminan cada vez que llueve y se deben reaplicar en las uvas con el gran gasto que ello supone. En la agricultura convencional se pueden utilizar productos químicos sistémicos para proteger el cultivo».
«Aunque usamos muchos menos productos químicos que la agricultura convencional, la necesidad de fertilizantes y, por tanto, los costes son mucho más elevados. También aplicamos el fertilizante a mano. Determinadas labores como el control de malas hierbas son fundamentales en la agricultura ecológica», explica Bam.
«Tengo la suerte de que Dios me ha permitido vivir de mi pasión y de, llegado el momento, poderle dejar el negocio a mi hijo Gabriel. No hay nada que me guste más en la vida que sostener una vid sin plantar en la mano y maravillarme de que vaya a crecer durante 20 años y sea capaz de producir unos ingresos para mí y para mi familia y para tantos otros que dependen de este negocio», concluye Bam.
FUENTE: FRESHPLAZA.ES