Con u$s 53 millones facturados en 2021, Estados Unidos es el principal comprador de mosto argentino. De hecho, concentra un 40% de todo lo vendido al mundo.
Por eso, no resulta un dato menor la denuncia por dumping (competencia desleal), que una firma norteamericana interpuso ante las autoridades que entienden en la defensa de la competencia, por considerar que el último año ingresó un volúmen a un precio «inferior al justo» desde Argentina.
El caso comenzó con una presentación de la firma Delano Growers Grapes Products a fines de abril, que debe presentar pruebas concretas. Pero esta semana se le notificó formalmente a la Cámara de Elaboradores y Exportadores de Mosto de Mendoza, sobre el inicio de la investigación por la cual corren plazos para los alegatos de las partes antes de darle cabida a otro pedido anexo, que es una compensación, lo que podría traducirse en un arancel anti-dumping.
Concretamente, la presentación contra Argentina se enfoca en procedimientos usados hace años por la industria, como el acuerdo diversificador entre Mendoza y San Juan (que determina el porcentaje de cada cosecha destinado a elaborar mosto), y también la intervención de Mendoza Fiduciaria al financiar el operativo de compra de uva, utilizado para tonificar el precio cuando es necesario. En ambos casos, el planteo de Delano los considera una suerte de «subsidios» que permiten comercializar la tonelada de mosto a un precio que el año pasado osciló entre u$s 1.200 y u$s 1.300.
«A partir de la intervención de la Comisión de Comercio, hay plazos y pasos a cumplir, así como la presentación de pruebas por parte del demandante también un descargo, en este caso de la Cámara. Es un proceso administrativo que puede llegar a resolverse recién en 2023», advierte Mario Lázzaro, el gerente general de Promendoza, ente promotor de las exportaciones provinciales, que puso a disposición todo el trabajo de inteligencia comercial del ente.
Promendoza tiene experiencia en litigios por dumping, aunque desde el lugar de actor. El antecedente más fresco es el que resultó en la imposición de un arancel de protección definido, dentro del Mercosur, con Brasil, para evitar el ingreso de ajo desde China en condiciones de precio desfavorables para el producto exportado desde Mendoza.
«No existe dumping, al contrario»
A la espera de saber si la denuncia tendrá un sustento o respaldo suficiente como para llegar, desde Argentina asumen que el incipiente litigio no involucra todavía a la gestión institucional, dado que por ahora es solo el interés manifestado por un particular a través de su presentación.
Por lo pronto, el lunes 16 llegó la notificación de la Comisión a la Cámara de Exportadores de Mosto sobre la apertura de la investigación. Eso abre la puerta a que también intervenga la Cancillería argentina, si el curso de la causa lo requiere, para defender al producto argentino en Estados Unidos, que consumió el último año unas 38 mil toneladas.
Según el gerente de la entidad, Rodolfo Paolucci «aún no sabemos qué tenemos que responder, pero se trata de demostrar que las medidas (el acuerdo y el operativo de compra de uva), que ellos no conocen pero nosotros sí, no favorecen la situación del dumping. Al contrario, existe cuando se comercializa por debajo de los costos, pero en realidad viendo el mercado de origen matemáticamente no se entiende lo que plantean. De hecho, la intervención de Mendoza Fiduciaria eleva el costo de la materia prima en el mercado».
Si la Comisión interviniente permite que avance la denuncia (basada en transacciones realizadas entre 2020 y 2021, que además de algunas exportadoras mendocinas también involucra a importadores estadounidenses) y la causa prospera ¿pueden llegar a suspenderse las exportaciones de mosto a EEUU?.
Lázzaro lo descarta, por entender que «existe un reclamo administrativo contra Argentina genéricamente por considerar que las condiciones comerciales cambiaron y existiría dumping, pero también una vocación por mantener el statu-quo por el cual se sigue vendiendo y embarcando de forma habitual».
Por lo pronto, los elaboradores tienen un ojo puesto en el litigio y otro en el mercado. De hecho asumen que la preocupación real es la cotización actual del mosto, que trepa hasta llegar a los u$s 1.800.
«Después de una cosecha corta, este es un año difícil. Somos «materia prima-dependientes» y los costos nos obligan a cotizar alto, lo que indudablemente afecta a la competitividad», asegura Paolucci.
FUENTE: AMBITO.COM.AR