Se estudiaron minuciosamente y durante las cuatro estaciones la flora, la fauna, el aire, los suelos, los cursos de agua, el patrimonio y los aspectos arqueológicos, paleontológicos y sociales. La concreción del aprovechamiento multipropósito no altera el hábitat ni obliga a relocalizar rutas y pobladores. Los detalles.
El aprovechamiento multipropósito El Baqueano no solo es un plan de los mendocinos que lleva cuatro décadas: es una política de Estado para garantizar agua y energía para la provincia, por lo que el Gobierno de Mendoza, a través de Emesa, encaró en los últimos años estudios técnicos, ambientales y geológicos cuyos resultados ya pueden consultarse.
Para cumplir con los más altos estándares, Emesa llamó a licitación pública en agosto 2021. Del concurso público resultó adjudicada la consultora Serman & Asociados SA, con vasta experiencia en la elaboración de planes maestros de cuencas y especialistas para todas las áreas que debían ser analizadas.
Los estudios, que incluyeron trabajo de campo, programas informáticos y de simulación e instrumentos para analizar el ambiente, se realizaron durante las cuatro estaciones, a fin de tener un muestreo exacto. Se iniciaron en primavera de 2021 y finalizaron en invierno de 2022.
En las conclusiones se destaca que la zona ya tiene actividad humana: aprovechamientos hidroeléctricos, ganadería extensiva y turismo. Este nuevo proyecto no pone en riesgo de conservación especies de flora y fauna, ni abarca zonas con hallazgos paleontológicos o arqueológicos significativos. Tampoco abarca zonas con pueblos originarios ni requiere desplazar poblaciones.
Agua, aire, flora y fauna
Se estudió durante las cuatro estaciones la flora y la fauna, incluyendo migraciones de aves, zonas de nidificación y cría, ambientes considerados sensibles, áreas naturales protegidas, humedales y cauces de agua.
Flora: Se identificaron y censaron todas las especies vegetales, con posterior análisis de los resultados y comparación de parámetros ecológicos y florísticos en todas las áreas relevadas. Para cada área se realizó una caracterización en términos de riqueza específica, formas biológicas, diversidad y estado de conservación.
Mamíferos: También se realizó un trabajo de campo con mamíferos, que incluyó diversas metodologías, como equipos de de ultrasonidos para la detección de quirópteros, foto-trampeos con trampas cámara y muestreos (transectas) en vehículos. Se hicieron caminatas durante todo el año y entrevistas con los residentes de las inmediaciones.
Aves: Se individualizaron y relevaron las poblaciones de aves y de los ambientes sensibles para sus nidos, además de estudiar los ciclos migratorios y las especies protegidas y las que están en peligro. En base al análisis de información antecedente y las observaciones registradas a campo, se realizó la caracterización a escala de bioma y ecorregión de la zona de estudio con todas las especies, destacando las protegidas o en peligro.
Anfibios y reptiles: Se identificaron, mapearon y describieron los ambientes sensibles para los anfibios y reptiles presentes en el área del proyecto y fuera de ella. Para esto se programaron una serie de relevamientos de campo en distintas épocas, teniendo en cuenta que el período de actividad de estas especies está usualmente restringido a las estaciones de primavera y verano.
Peces: La identificación y delimitación de los ambientes sensibles para los peces se realizó mediante el análisis de imágenes satelitales y trabajo de campo. Se puso especial énfasis en la ubicación, delimitación y caracterización de sectores del rio que pudieran ser afectados por las obras, la inundación del embalse o la reducción de caudales aguas debajo de la presa. Esto permitió incorporar nueva información sobre especies nativas, incluyendo el alcance temporal y espacial de sus migraciones y su distribución, su alimentación y reproducción.
Los vegetales acuáticos: Se estudió el ecosistema acuático en todas las estaciones, para lograr una visión integrada del funcionamiento de la cuenca y de los factores que pueden alterar su estabilidad. Así, se relevó y estudió la riqueza, abundancia y diversidad del plancton y de los bentos del río Diamante; además de medir la velocidad de la corriente en las inmediaciones de donde se ubicará la casa de máquinas.
Sociedad, cultura y patrimonio: una obra positiva para el Sur
Se realizaron estudios de Línea de Base Social, es decir, una caracterización del contexto social del proyecto, es decir, de habitantes, desarrollo demográfico, tenencia de tierras y organizaciones sociales.
Se relevaron dinámica poblacional, salud, educación, infraestructura de vivienda y servicios, características económicas y productivas, actividades deportivas y recreativas, organizaciones sociales, comunidades indígenas y tenencia de tierras.
La zona rural se encuentra en un proceso de transición de usos de suelo, especialmente al Sur del río Diamante. Además de mostrar un crecimiento de la actividad ganadera, existen puestos rurales de raigambre histórica en la región.
El estudio incluyó la identificación, análisis de percepción y mapeo de las partes interesadas asociadas al proyecto y concluyó que es de alto interés para todos los actores económicos del Sur mendocino.
Patrimonio: Se realizaron estudios arqueológicos, paleontológicos y patrimoniales, que sirven como información de base para futuros desarrollos y permiten tener mayor conocimiento de las características de la cuenca del río Diamante.
Paleontología: Además de estudiar la geología, se hizo un riguroso informe de fósiles. Esto permitirá proponer medidas de control y mitigar el riesgo paleontológico para esta y otras obras que se encaren a futuro.
Patrimonio Histórico y Cultural: El informe identificó las tradiciones culturales asociadas al territorio, manifestaciones artísticas, calendario de celebraciones y relevamiento de bienes inmuebles con interés histórico-cultural en el área.
Tres de las obras hidráulicas más importantes de la provincia se encuentran sobre el río Diamante y asociadas al proyecto (El Tigre, Los Reyunos y Agua del Toro). Estas tienen un alto valor histórico, paisajístico, cultural y turístico para la población de San Rafael.
También se recabó y analizó información oficial del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas y del Registro Territorial de Comunidades Indígenas (Reteci). Esto, junto con un relevamiento de campo, permitió concluir que no hay presencia de pueblos originarios.
Clima, calidad del aire y geomorfología
Clima: En este apartado se estudió e informó el régimen de temperatura, humedad atmosférica, evaporación, precipitaciones de lluvia y nieve, regímenes de vientos, presión atmosférica, nubosidad, fenómenos meteorológicos relevantes, entre otros aspectos que pudieran estar en interacción con la presencia del proyecto, su integridad y creación de riesgos.
Calidad de aire: Se incluyeron antecedentes respecto a ruido ambiental y material particulado en la zona de influencia del proyecto y las localidades de Los Reyunos, Complejo de la UTN y Club de Náutica y Pesca Los Reyunos.
Geología y Geomorfología: Se estudiaron y relevaron las propiedades físicas y químicas de las rocas. Además, se realizó una caracterización general, descripción general de los suelos en base a antecedentes y mapeo particular de suelos hidromórficos orgánicos, como son los vinculados a sectores de vegas y humedales.
Hidrología e hidroquímica: Para estudiar e informar sobre el agua, se hicieron tomas de muestra de forma trimestral, abarcando un año hidrológico que garantiza el estudio durante las 4 estaciones. Se hizo una descripción general de las cuencas y cauces de agua principales y secundarios, además de drenajes naturales y crecidas. Esto incluyó una descripción exhaustiva de la calidad hidroquímica de los cuerpos principales de agua vinculados a la zona de influencia, aguas arriba y abajo del proyecto.
Paisaje y geología
El aprovechamiento se ubicará en el llamado Bloque de San Rafael, que tiene una historia geológica homogénea y una estructura y expresión morfológica distintiva. Comprende un sistema “orogénico eopaleozoico” similar a la precordillera de Los Andes.
Para estos estudios se utilizó SIG, un software específico que permite crear consultas interactivas, integrar, analizar y representar de una forma eficiente cualquier tipo de información geográfica referenciada asociada a un territorio, conectando mapas con bases de datos.
Con este programa, cada disciplina se desarrolló en una “capa” del SIG, de modo de poder almacenarlas en una Base de Datos Geográfica (GDB) y utilizarlas individualmente o superpuestas.
Un eslabón en la cadena de agua y energía limpia
Desde la inauguración del dique Potrerillos, en 2003, no se habían vuelto a generar fuentes de energía eléctrica en la provincia, que en los últimos años sumó más de 150 megavatios con Pequeños Aprovechamientos Hidroeléctricos, paneles solares, parques fotovoltaicos como el PASIP y energía térmica como la que produce Anchoris.
A esto se agregan los trabajos que inició el Gobierno de Mendoza en materia de agua: se ha firmado un convenio con Israel para trazar, de la mano del Consejo Federal de Inversiones, un masterplan que defina, optimice y garantice recursos hídricos para la actualidad y para las generaciones futuras, con especial énfasis en el cambio climático y el respeto del medio ambiente.
Con esta obra, Mendoza aumenta 15% la capacidad del embalse del Complejo Diamante, instalando 120 MW de potencia, capaces de abastecer a unos 60 mil hogares.
Además, crea un nuevo polo turístico, con la apertura de la ruta del Cañón del Diamante y la conexión entre Malargüe y San Rafael mediante un camino que tendrá un atractivo paisajístico único en Argentina. Con una inversión de 525 millones de dólares, se crearán solo en la construcción de la represa 800 empleos directos y cerca de 1.500 empleos indirectos.
FUENTE: GOBIERNO DE MENDOZA