Bodegas españolas recurren a nuevas estrategias para asegurar la vendimia.
La vendimia en España se enfrenta a un reto significativo a pocas semanas de su inicio. La falta de estabilidad laboral en el sector ha llevado a que otros ámbitos logren atraer a trabajadores que tradicionalmente se dedicaban a esta actividad. Muchos viticultores consultados, explican que “cada año resulta más difícil encontrar personal para esta temporada”. Según ellos, “otros sectores laborales han logrado atraer el talento que se dedicaba a la vendimia, dada la demanda física y la marcada temporalidad del sector”.
El proceso de reclutamiento se ha adelantado al mes de junio para asegurar la contratación de personal adecuado. Los perfiles más demandados son vendimiadores, operarios de bodega y tractoristas. Estos trabajadores resultan esenciales para el desarrollo de la vendimia, que en algunas regiones de España comienza en agosto y se extiende hasta finales de octubre, dependiendo del estado de maduración deseado por las bodegas.
Según la Organización Mundial de la Viña y el Vino, el año pasado España se posicionó como el tercer productor mundial de vino, con casi 31 millones de hectolitros, cifra que asciende a 34 millones al incluir la producción de mosto.
La situación se complica para aquellos viñedos ubicados lejos de ciudades, que se encuentran en desventaja frente a zonas mas cercanas a los centros urbanos. Para afrontar esta reducción de la oferta laboral, muchas empresas del sector optan por externalizar el proceso de selección. Desde asociacionaes de viñateros señalan “gran parte de las empresas del sector apuestan por externalizar el proceso de selección, de forma que puedan dar respuesta a sus puntas de trabajo sin incurrir en gastos fijos de plantilla”.
Una tendencia creciente en el sector son las “cuadrillas”, un servicio de outsourcing que proporciona trabajadores contratados durante todo el año para diferentes regiones según la estacionalidad de las campañas. En Synergie ya cuentan con acuerdos con varias bodegas para asegurar empleo continuo a estos trabajadores, ofreciéndoles mayor estabilidad. “Disponemos de acuerdos con distintas bodegas para que estos trabajadores tengan un empleo continuo que les ofrezca una mayor estabilidad”, afirman.
Los trabajos de vendimia representan una oportunidad para personas desempleadas, jóvenes sin experiencia laboral y aquellos que buscan trabajos de corta duración con facilidades para la conciliación. Sin embargo, el adelanto del calendario escolar en septiembre complica la participación de estudiantes.
Además, la vendimia no es solo un empleo; en muchas regiones es una experiencia cultural que permite una inmersión única en la tradición local, especialmente en lugares como Galicia o La Rioja. Viñateros resaltan la importancia de transmitir a los jóvenes la relevancia de la vendimia y su vínculo con la identidad de muchas localidades. “Cuando alguien saborea un vino o un mosto es porque alguien se ha encargado de las distintas partes del proceso. Hay que transmitirle, sobre todo a los perfiles más jóvenes, la importancia de este trabajo, de la cultura de la vendimia, algo muy ligado a la identidad de muchas localidades”.
Los perfiles más solicitados por las empresas son vendimiadores y operarios de bodega, con una demanda puntual de tractoristas. El vendimiador es el encargado de recolectar las uvas, siendo el perfil más requerido. Los operarios de bodega, necesarios en una proporción de 6 por cada 100 peones de vendimia, realizan labores de carga y descarga en la bodega.
La temporada de vendimia es clave para la producción de vino en España. A pesar de los retos en la contratación de personal, las empresas buscan adaptarse mediante la externalización y la formación de cuadrillas, asegurando así la continuidad y eficiencia de esta actividad tan importante para la economía y la cultura del país.
FUENTE: VINETUR