Lobesia: se harán aplicaciones aéreas en 124 mil hectáreas de zonas Norte y Este

Se busca un mejor control del insecto, al abarcar tanto viñedos en plena producción como en estado de abandono y semiabandono.

El Iscamen (Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza) se reunió con responsables de Desarrollo Económico de los municipios del oasis Norte-Este (La Paz, Santa Rosa, Rivadavia, Junín, San Martín, Lavalle y Luján), para informar los avances de la campaña de control de polilla de la vid2022/2023 y coordinar las acciones del servicio de tratamientos aéreos.

La tercera etapa de la campaña implicará la aplicación aérea sobre 124.000 hectáreas de predios vitivinícolas productivos ubicados en los oasis Norte y Este. Se busca un mejor control del insecto, al abarcar tanto viñedos en plena producción como en estado de abandono y semiabandono. Esto colabora notablemente con las acciones que realizan los productores para disminuir las poblaciones de Lobesia botrana.

La actual campaña de control de polilla de la vid está organizada en etapas relacionadas con la combinación de herramientas de control. Así, se han entregado difusores de feromonas para cubrir 26.000 hectáreas durante la primera etapa y la segunda, que se está desarrollando en este momento, consiste en la entrega de insecticidas específicos para el control de la primera generación del insecto sobre 28.000 hectáreas de cultivo bajo producción convencional y 5.500 de cultivo bajo producción orgánica. De esta manera, la segunda etapa contempla la asistencia para 2.177 propiedades y 1.552 productores.

Los productores que reciben insecticidas en esta oportunidad son contactados telefónicamente, como en las anteriores campañas, y se les informa el lugar, día y hora para el retiro de los insumos. La asistencia con estos elementos se realiza en distintos puntos de entrega, según lo ha programado el Iscamen, y puede ser consultada en este sitio.

La cuarta y última etapa de la campaña contemplará el empleo de feromonas pulverizables de larga duración sobre una superficie de 17.500 hectáreas de viñedos de los oasis Norte y Este. Se buscará interrumpir el ciclo reproductivo del insecto en áreas con elevados niveles poblacionales y, de esta forma, colaborar con la contención de la plaga en toda la zona en general.