El gobierno va a declarar el estado de calamidad agrícola a raíz de la ola de frío, inusual en esta época, que ha afectad estos días los cultivos y las viñas en varias regiones. Esta helada, una de las más serias de las últimas décadas, perjudicará duramente las cosechas.
Los viticultores franceses están viviendo una catástrofe: entre 80% y 90% de la cosecha se ha perdido, principalmente en el Valle del Ródano, Dordoña, la región de Borgoña o Burdeos, regiones reputadas por la producción de vinos de gran calidad.
El ministro de Agricultura, Julien Denormandie, dijo el jueves a última hora a la radio Franceinfo que la ola de frío había sido «particularmente difícil» para el sector y que se han registrado «pérdidas importantes».
Normalmente, en esta época las temperaturas son primaverales y las cosechas están en flor. Además de los viñedos, otros cultivos como la remolacha y la colza en regiones que van desde el norte del país hasta el sureste se han visto afectadas.
La semana pasada se registraron temperaturas poco usales de hasta -5 grados centígrados, por ejemplo en Burdeos. Se estima que unas 111.000 hectáreas de cosechas se congelaron.
En un intento por luchar contra la naturaleza, algunos agricultores instalaron braseros toda la noche, pero el calor no fue suficiente.
Con la puesta en marcha del régimen de calamidad agrícola, los agricultores afectados por las heladas podrán obtener indemnizaciones.
Pero los afectados temen que esto no sea suficiente y piden un plan de rescate más ambicioso, pues se anuncia una nueva ola de frio la semana próxima.
FUENTE: RFI.FR