Con un análisis de la tecnología en números el ingeniero Fernando González Aubone, investigador y extensionista del INTA EEA San Juan, confirma cambios necesarios en la distribución del agua.
Esta semana que finaliza se produjeron algunos chisporroteos, tal vez por la mala comunicación que gobierna un tema tan delicado, en torno a la sequía perfecta y la búsqueda de tecnologías e instrumentos legales como el Proyecto de «Ley de Fomento de la Eficiencia y Sostenibilidad Hídrica», propuesta por el gobierno local.
LA CUENTA DEL AGUA
El ingeniero González Aubone de la Estación Experimental Agropecuaria INTA San Juan marcó: «Hace 10 años, preocupados por la creciente escasez de agua en San Juan, un grupo de investigadores de INTA comenzamos un estudio sobre la ‘cuenta del agua’ y las eficiencias de uso en el canal/ramo calle 9 de Pocito, como experiencia piloto para toda la provincia».
Dicho canal «está revestido en los 7 km de su recorrido y distribuye el agua a través de 16 compuertas, cada una dando inicio a ramos comuneros en tierra. Un primer trabajo publicado se centró en caracterizar la zona, relevando las parcelas por acequia comunera, el área concesionada y cultivada en cada caso, las necesidades hídricas mensuales de dichos cultivos y las entregas de agua superficial para el ciclo productivo 2013/14».
Allí, «se contabilizaron 668 hectáreas cultivadas de 741 concesionadas, es decir, un 90% promedio. Se relevaron un total de 13 cultivos diferentes, perennes y anuales, estos últimos siendo tanto de verano como de invierno. La predominancia de cultivos entre ramos fue marcada, determinando picos de demanda en diferentes meses del año, según el caso».
Y afirma: «Esto crea grandes ineficiencias derivadas de los desfasajes con la demanda de agua, creando además fuertes inequidades en el sistema. En un segundo trabajo publicado, se construyen tres escenarios de uso flexible del agua y sus eficiencias, traducidas a un ‘índice de cobertura’, que indica el porcentaje del agua derivada en cabecera del canal respecto a la demandada por los cultivos».
En la investigación, «se contempla la distribución a partir de un reservorio y perforaciones comuneras en cabecera del canal para reforzar las dotaciones y flexibilizar el suministro de agua a los regantes. En el primer caso, las intervenciones plantean las obras de cabecera, manteniendo las infraestructuras de conducción actuales; el segundo escenario combina esto con la impermeabilización de las 16 acequias comuneras que sirve el canal; y el tercero propone conducir el agua a través de tuberías, con una posible presurización del sistema aprovechando los 50 metros de desnivel entre cabecera y cola».
«Como lo indica la bibliografía consultada, la rigidez en el sistema de suministro respecto a la demanda es un componente importante de la eficiencia de uso del agua, por tanto, este trabajo introduce un ‘coeficiente de gestión’ que afecta a las eficiencias generales del sistema, más allá de las típicas de conducción y aplicación del agua», destaca el investigador.
CONTUNDENTE
Y confirma rotundamente: «Estos ahorros, por tanto, impactarían en primera instancia en una mayor cantidad de agua disponible para los actuales usuarios sujetos de la concesión. Este efecto les permitiría, por caso, disminuir o evitar el bombeo de agua subterránea, aumentar la superficie cultivada, cambiar la matriz de cultivo o una combinación de factores».
INSTRUMENTO
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Ley de fomento
El proyecto de ley de «Fomento de la Eficiencia y Sostenibilidad Hídrica» está pensado como un instrumento para la modernización de la gestión que aún puede ser enriquecido y mejorado por los regantes.
Y aclaró: «Las leyes de fomento no modifican los marcos jurídicos de base ya que por su naturaleza son de adhesión voluntaria y ofrecen beneficios tangibles a quienes participan de sus programas de aplicación. En este caso, aquellos grupos de regantes comuneros que decidan ser parte, podrán incrementar las eficiencias de uso y productividad del agua debido a unas mejoras en la fiabilidad, equidad y flexibilidad en las entregas».
Esto, «debido a la modernización tanto de las infraestructuras de riego como los modelos de gestión, con una mayor y efectiva participación de los regantes. El Departamento de Hidráulica es el organismo de aplicación y control y ofrece la exención del pago de las tasas retributivas de servicios por cinco años y se hace cargo de coste de las obras por mejoras».
«Como colofón, la rentabilidad y el patrimonio de los productores se verán incrementados», destaca finalmente el profesional.
FUENTE: DIARIODECUYO.COM.AR