Este año participan 135 empresas nacionales en ProWein Düsseldorf. Buscan incrementar ventas al exterior y sumar nuevos mercados para revertir la caída que vienen sufriendo sus exportaciones.
Una delegación récord de 135 bodegas argentinas inició ayer en Alemania su participación en ProWein Düsseldorf, la mayor feria internacional de vinos y bebidas espirituosas del mundo. La intención de las empresas argentinas del sector vitivinícola es promover la producción nacional en el mercado externo y revertir la caída de las exportaciones que viene sufriendo esta industria.
Entre las principales bodegas argentinas que están en ProWein figuran Luigi Bosca, Grupo Avinea, Bianchi, Familia Schroeder, Etchart, Casarena, Dante Robino, Zuccardi, López, entre otras.
“Hace más de 10 años que participamos de ProWein, un espacio que año tras año nos permite reforzar nuestra visibilidad en el trade y mostrarnos competitivos frente a los principales mercados internacionales”, dijo Alberto Arizu (h), CEO de Luigi Bosca.
“En esta edición 2023, decidimos presentar varios exponentes de la alta gama de ambas bodegas -San Rafael y Valle de Uco- destacando nuestro último lanzamiento internacional: la línea Bianchi Organic”, destacó Rafael Calderón, gerente general del grupo de bodegas Bianchi.
En la misma línea de sustentabilidad, Grupo Avinea (que pertenece al empresario Alejandro Bulgheroni) hace punta con sus marcas orgánicas Otronia y Argento. Por su parte, la bodega neuquina Familia Schroeder, asume un rol activo como un representante icónico de los vinos patagónicos y su cepa emblema, el pinot noir. Las bodegas de la región siguen dando batalla para el reconocimiento internacional de la marca Patagonia como una indicación geográfica (IG).
Las exportaciones de vino argentino vienen declinando en los últimos años y el arranque de 2023 no presenta perspectivas de recuperación. Según el Instituto Nacional de Vitivinicultura en el primer bimestre, en comparación con el mismo lapso de 2022, los envíos al exterior cayeron 23,7%. Los problemas climáticos que afectaron los viñedos se sumaron a las restricciones cambiarias y la suba de costos de producción, con un fuerte deterioro de la rentabilidad.
Para ayudar a paliar la situación, el Gobierno anunció que a partir de abril el sector tendrá un tipo de cambio diferencial (el dólar malbec), entre otras medidas. Pero el resultado final dependerá de la habilidad de los empresarios del vino para incrementar los contratos de venta en el exterior y abrir nuevos mercados a uno de los productos más emblemáticos de la Argentina en el mundo.
FUENTE: AMBITO.COM