Trabajadores de la zona vitivinícola de Lavalle aseguran que hay olvido municipal. Preocupa la falta de trabajadores para la cosecha, en plena vendimia 2022
Productores de diferentes zonas del departamento de Lavalle muestran cuestiones que para ellos son difíciles de aceptar o comprender en una producción vitivinícola que se fortalece como industria madre de la actividad agraria cuyana.
La falta de infraestructura caminera y la falta de mano de obra en el punto vital de la vendimia, la cosecha, se han transformado en el talón de Aquiles que no pueden resolver con facilidad productores de uvas de zonas como Gustavo André, donde hay fincas, pequeños núcleos habitacionales, salas de primeros auxilios y escuelas que adolecen de una adecuada infraestructura caminera necesaria para desarrollar la producción y la comodidad de sus pobladores.
Y muestra también una coincidencia con la postal de todas las zonas del resto de la provincia cultivadas con viñedos, duraznos, manzanas, ciruelas, variedades frutícolas, aceitunas, ajo o papa, que es la falta de manos cosechadoras.
Una situación que ha hecho que muchas fincas sean abandonadas después de años de importantes aportes a la producción de uva para mosto o vino. O que algunos comiencen a mirar la mecanización de la cosecha como una alternativa válida para terminar con un problema que se profundizó en los últimos años, aunque la solución requiera una fuerte inversión y que la consecuencia sea terminar con el trabajo rural entre las viñas.
Estos temas llevaron a que El Ciudadano estuviera en zonas de Gustavo André, donde los productores muestran un problema para el que hace mucho tiempo vienen reclamando una solución, tanto de la Provincia como del municipio de Lavalle: el asfaltado de las principales vías de comunicación. Allí “se hace difícil transitar cuando los camiones que sacan la cosecha dejan los caminos vecinales intransitables, algo que se multiplica cuando llueve”, según señalan.
En la zona hay escuelas y centros de salud, a los que se les hace muy complicado llegar a docentes, alumnos y personal de salud, que muchas veces rompen vehículos o deben caminar tramos largos entre tierra y polvo en suspensión o barro, lo que hace tortuoso arribar.
En el diálogo con los productores de la zona se muestran esas vicisitudes, las que detalló Susana Paso, propietaria de la finca La Escondida, que hace 25 años produce uvas de excelente calidad y variedad en 84 hectáreas de un predio de un total de 150, quien tomó la voz de la gente del lugar.
—¿Tienen muchos inconvenientes en estas zonas?
—Sí, y es inaceptable el estado en el que se encuentra la calle San Pedro, que comunica toda esta zona con Gustavo André y Nueva California. Con el primero lo hacemos por Moyano y la zona de San Martín por San Pedro.
—Muchos de los productores de aquí dicen que esto debería estar asfaltado…
—¿Sabe qué sucede? Desde el municipio expresaron en más de una oportunidad que lo asfaltarían. Hay otros testimonios que indican que en Catastro de la Provincia figura que tanto San Pedro como Moyano están asfaltadas. Y en el medio de estos dimes y diretes hay mucha gente perjudicada. Los docentes que cumplen funciones en las escuelitas rurales, los chicos que tienen que recorrer tramos largos de un camino sinuoso y médicos y enfermeros que deben llegar como pueden hasta el humilde barrio San Pedro.
—¿Cómo que asfaltaron la ruta?
—Así nos han dicho. Pero eso no ha sucedido y usted ve que no lo está. Nosotros haremos la denuncia ante quien corresponda porque si existieron fondos para eso, alguien deberá responder.
—¿Son muchos kilómetros?
—No, son pocos kilómetros. Y alguien, sea la Provincia o la intendencia de Lavalle debe responder. Los productores que estamos afincados aquí aportamos con nuestra producción a la inversión y a las fuentes de trabajo de toda una zona. Pagando impuestos y muchos de nosotros hasta haciendo aportes para el mantenimiento de ambulancias, patrulleros de la Policía y el importante trabajo de docentes y personal de la salud. Solo pedimos para la población del lugar una respetuosa infraestructura caminera.
“Por los planes sociales faltan manos para cosechar”
El otro inconveniente que muestran los productores vitivinícolas de esa zona lavallina es la falta de cosechadores para sacar los racimos de uvas de las fincas. Algo que la productora destacó al explicar: “Hemos tenido que salir a hacer kilómetros y kilómetros buscando gente para la cosecha”.
—¿Por qué se niegan?
—Porque dicen que si trabajan en la viña pierden sus planes sociales. Nosotros les aseguramos que no, pero sin embargo se niegan a trabajar y aumentar de esa manera sus necesarios ingresos. Nosotros vivimos con mucha impotencia esta postura de gente de Mendoza que las llenaron de planes y entonces no quieren trabajar, algo que nos obliga a buscar cosecheros golondrina.
“A este problema le debemos agregar la actitud de las bodegas que se quedan con la plata de los productores. Donde todas las vendimias pagan lo que quieren y cuando quieren, sin que nadie les ponga un límite a pesar de las leyes vigentes”, señaló la entrevistada.
“Como usted notará, los reclamos de los que producimos la razón de ser de la industria vitivinícola solo esperan ser entendidos y atendidos”, finalizó en nombre de productores de esa zona de Lavalle.
FUENTE: CIUDADANODIARIO.COM.AR