El titular del INV es quien encabeza la lógica desregulación del Gobierno nacional para la industria vitivinícola. Hizo un balance de esa situación, de la temporada, habló de la fermentación diferida y del ajuste en el instituto.
Por Fabrizzio Pizzolatto – La industria vitivinícola no está exenta al cambio de paradigma y a la lógica de la gestión a nivel nacional. De hecho, muchos de los actores de la cadena la celebran. El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) es quien encara en la industria esa ola desreguladora que Milei encabeza.
Fueron muchos cambios en poco tiempo y la promesa es que se profundicen. Bodegas y productores transitaron la primera cosecha con un rápido impacto y a más de un año de gestión, ahora la temporada 2025 surge con nuevas reglas de juego. El presidente del INV, Carlos Tizio, los analiza en una entrevista exclusiva con Uvas Argentinas.
El año pasado hablábamos sobre las desregulaciones del Gobierno nacional y se profundizaron ¿cómo las asume la industria?
Siempre que haya desregulaciones, desburocrataciones, simplificaciones, es mejor para la industria. Genera menos costos, más rapidez y eso normalmente hace que puedas ganar más plata. Es decir, se reducen complicaciones, trámites y otras cosas como los impuestos al sector privado. El Estado es más eficiente porque se reduce.
Además, ahora hay estabilidad, la inflación baja, hay equilibrio fiscal. Antes con la inflación cualquiera podía apuntalar sus costos, ahora hay que hacer lo mismo. Tal y como lo tiene que hacer el Estado, lo tienen que hacer las empresas. Hay que reducir los costos para ser más competitivos.
¿El INV se redujo?
En el caso nuestro es muy chico a comparación de otros. El INV tiene solo 456 agentes en todo el país, hablamos de más de 15 delegaciones y subdelegaciones y 13 laboratorios. Este año tuvimos un ahorro de 1.150 millones de pesos.
¿Cree que el empresario ahora tiene que hacer de empresario?
La mayoría de las veces lo ha sido, pero con más razón ahora. Por supuesto, había empresarios que estaban tranquilos con las protecciones. Pero ahora hay que trabajar para adentro y es bueno que trabajemos juntos. El Estado achicándose para que las empresas sean más eficientes, reduzcan costos y puedan hacer mejores negocios.
¿Cuáles son las expectativas para esta temporada?
La temporada viene bien, tenemos una buena cosecha. Hay características en la uva para tener excelentes vinos. Hay una buena sanidad hasta ahora, la cosecha es normal, vamos a ver si hay más volumen que el estimado, en algunos lugares sí y en otros no. Pero viene bien, vamos a tener una cosecha muy buena.
¿Se regula el stock en el marco de este excedente pronosticado? Hay un acuerdo del 23% entre Mendoza y San Juan para mosto.
Es una cuestión que tienen que ver los que tratan de regular esto, pero hay una posibilidad muy buena con el mosto. Han aumentado las ventas en Estados Unidos, eso es una buena salida. San Juan, por ejemplo, hace el 50% de su uva mosto. Creo que vamos a tener una muy buena posibilidad, se habla de 90 o 100 mil toneladas para este año. Ya se cumplió el cupo con Estados Unidos -es de 40 mil toneladas- y hay que ver el resultado final de la cantidad de vino que resulta de la cosecha, todavía no lo sabemos. Después se verá qué tipo de acciones se hacen, cómo se puede estimular para mejorar las ventas.
Hubo críticas y voces a favor de la fermentación diferida ¿Por qué la considera una buena herramienta?
Porque da flexibilidad en el mercado y en la bodega,permite tener productos más frescos, frutados, que son las tendencias del mercado actual. Hubo personas con dudas o confusiones y si las hay mejor esperemos a la cosecha que viene. Aclaramos las dudas y hacemos docencia.
Es una herramienta más, hay varias que tenemos que ver y proyectar hacia adelante, para que se puedan hacer nuevos productos y tengamos más posibilidad de negocios. Por ejemplo, los vinos sin alcohol. Es otra posibilidad que hace a otro tipo de consumidor y tener una mayor amplitud de la oferta. Son tendencia en Europa los vinos con menos alcohol, más frutados. Es una oportunidad de tener nuevos consumidores de otros productos. Siempre a base de uvas, de viñedos, a base del trabajo y del costo de producción, de la mano de obra. Va a haber un motivo para ampliar el mercado, hay mas chances de hacer mejores negocios y mantener el trabajo.
¿Entiende el planteo de quienes lo consideraron inoportuno en medio de la discusión por el precio del kilo de uva?
Es una cuestión de oferta y demanda. Normalmente el juego es ese: oferta, demanda y las necesidades que hay. Es lo que prevén los que compran uva, de cómo va a ser el mercado, cómo va a ser el negocio y cuánto puede ser la venta. Uno hace proyecciones y de acuerdo a eso compra uva o elabora. Eso es una cuestión de precio y de oferta y demanda.
Por último, ¿la salida o el crecimiento es la exportación?
Hay que seguir trabajando, promocionando con los planes que WOFA hace muy bien con la promoción de nuestros vinos. Tenemos excelentes vinos, medios y de alta gama, con varios cien puntos Parker. Hay un reconocimiento internacional fantástico. Ahí es donde tenemos que ir, mejorando la calidad, mejorando los costos y vendiendo más. Tenemos todas las condiciones, excelentes técnicos, enólogos, hay una evolución muy grande que se traduce en esa calidad.
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2 Comentarios
Es correcta la apreciación y explicación que brinda el Sr Carlos Tizio. Primero es fundamental en éstos tiempos, trabajar tanto en la producción primaria, como en la industrialización tratando de bajar costos y ser muy eficientes para lograr competitividad. Creo que el Estado es justamente en éste área donde debe apoyar a ambos sectores en la reducción de la exesiva carga impositiva que soporta ésta actividad.
Es muy bueno escuchar de parte del titular del INV, hablar de desregularizaciones, y del juego de la oferta y la demanda como cualquier otra economía. El Estado interventor no tiene ni debe influir en las negociaciones y menos aún fijar o sugerir precios de la producción, tal cual lo explica.
Segundo, es muy importante ir buscando nuevas herramientas que permitan al sector diversificar en nuevos productos provenientes de la uva, para ampliar las posibilidades de ventas como comienza a suceder, y tener un INV, abierto y con simplicidad en los trámites, para lograr canalizar todo nuevo proyecto. No hay que olvidar que los problemas de la vitinicultura, vienen castigando al sector en el mundo entero, y acompañando año tras año a una baja de consumo significativa, por lo que cualquier innovación en la recuperación del consumo es muy válida.
Con buenas políticas de estado , como en el resto de los países vitivinícola, se podría hacer referencia a bajar costos y ser competitivos , hablo del primer eslabón