Cómo las variaciones en pH y SO2 afectan la calidad del vino
El cambio climático es un fenómeno que ya no podemos ignorar, y sus efectos se hacen sentir en una amplia gama de sectores, incluida la industria vitivinícola. En los últimos años, el sector ha experimentado una serie de transformaciones inducidas por el clima que ponen en riesgo tanto la calidad como la estabilidad del vino. Este artículo se centra en el análisis de los efectos específicos del cambio climático en la industria vitivinícola, especialmente en lo que respecta a los parámetros como el pH, los niveles de SO2, y su impacto en la calidad y estabilidad del vino.
En las últimas décadas, las fechas de cosecha se han adelantado considerablemente debido al aumento de las temperaturas. Este cambio en el ciclo de cultivo afecta la maduración de las uvas, que ahora ocurre más rápidamente, y conlleva a niveles más altos de azúcar y menores concentraciones de ácidos orgánicos. La importancia de este cambio radica en que afecta directamente la calidad del vino. Un vino que se produce con uvas que han madurado demasiado rápido pierde su equilibrio, y como resultado, su sabor, aroma y color pueden verse alterados.
El aumento de las temperaturas ha inducido a una tendencia a valores de pH más altos en el vino. Esto representa un problema significativo porque el pH tiene un efecto directo sobre la eficacia del anhídrido sulfuroso (SO2), un elemento clave en la conservación del vino. El SO2 libre existe principalmente como bisulfito (94 a 99%) y tiene diversas funciones, incluida la prevención de la oxidación y el control de la contaminación microbiana.
FUENTE: VINETUR.COM