El presidente del organismo se refirió a la conclusión del acuerdo regulatorio para el mosto y se mostró cauto sobre la posibilidad de que sea negativo para la industria.
La noticia sacudió a la industria del mosto a nivel nacional. El Gobierno de Mendoza anunció la finalización del acuerdo histórico con San Juan, que apunta a determinar de manera conjunta cuál es el porcentaje de cosecha de uvas que se destina año a año pasta el mosto, con el objetivo de regular el stock de vinos a disposición y evitar caídas o saltos en los precios.
El cierre del acuerdo Mendoza-San Juan, que rige desde 1994, se encuadra en la lógica desregulatoria que impera en la política nacional y demuestra una vez más que a la gestión de la provincia le resulta atractiva. De esta manera, ya no habrá porcentaje de uvas a destinar para el mosto y la oferta operará libremente.
Conocida la noticia, desde la Asociación de Viñateros de Mendoza salieron a opinar al respecto y lejos de mostrar disconformidad, se mostraron cautelosos sobre los efectos que pueda generar para el productor.
El presidente de la entidad, Eduardo Córdoba, habló con MDZ Radio y no se mostró sorprendido, considerando el cambio de paradigma que viene atravesando a la gestión y la industria en particular.
En primer medida, contó que la situación es diferente para los productores de Mendoza con respecto a los de la provincia vecina. “San Juan siempre hace cerca de un 50% de uva espina mosto, además hace pasas de uva y frescos. En nuestro caso, entre un 17% y un 22% se destina a mosto, por conveniencia, porque hay un mercado interno que demanda mosto, y porque somos competitivos en el nivel internacional. El mosto es un commoditie en el orden internacional, competimos con la manzana de China de la cual también hacen mosto», expresó.
Por otro lado, señaló que la operación de mosto será cuestión de privados. «No va a haber intervención de los gobiernos provinciales, va a ser decisión del empresariado. Y como es un commoditie, los empresarios se mueven oportunamente para ofertar este producto en el orden internacional y para proceder luego a las exportaciones. Se va a generar, tal vez, hasta una competencia para comprar uva para hacer mosto».
En ese sentido, expresó: «Si hay libre competencia para comprar uva para hacer mosto, no tiene por qué perjudicarnos. Creemos que va a funcionar el mercado para exportar y, por lo tanto, habrá interés en comprar la uva y tener un precio sostenible al productor. Para mantener a sus clientes tienen que tener productores que le aseguren venta de uva para mosto y tienen que hacer buena letra”.
Eso sí, Córdoba advirtió sobre los efectos negativos que puede generar si no se destina la suficiente uva para mosto: «Sería muy malo si en la próxima cosecha se hiciera poco mosto, porque quedaría un excedente de vino y es más complicado porque ya sabemos que ha caído el consumo en el mercado interno, no está la situación para que ese mercado levante, a lo sumo lo podríamos sostener. Cada una de las entidades que participamos de la Corporación Vitivinícola, vamos a instar a que se elabore un porcentaje significativo de mosto para no sobrecargar el mercado del vino».
En ese sentido y para cerrar, Córdoba pidió diálogo, como reemplazo de las intervenciones. «Nos gustaría que los gobiernos provinciales, como se hace en otros países, se sienten en una mesa con los productores, vendedores y las bodegas o los mosteros compradores y lauden para llegar a un precio que permita la subsistencia del productor, que cubra los costos y que le dé una pequeña rentabilidad. Ese rol se podría cumplir, pero eso lo decide cada conducción política en cada provincia. Nos parecería bueno que actúe para laudar. No creo, por la impronta que hay en el orden nacional, que suceda», concluyó.
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