Por el kilo de uvas comunes la temporada anterior se terminaron pagando $35, pero ahora quieren casi el triple.
Con la cosecha de las uvas finas dando sus primeros pasos, comienzan los movimientos previos para la vendimia 2023 y para no repetir experiencias de temporadas anteriores los viñateros empiezan con los primeros planteos. En primer lugar las asociaciones de productores salieron a reclamar un tema inédito y es que las cuotas por la compra de uvas se actualicen de acuerdo a la variación de la inflación. Y en cuanto a precios sostienen que el kilo de uvas comunes debe costar no menos de $100, casi el triple de la temporada anterior cuando el valor promedió los $35.
«Queremos que las cuotas por las operaciones de compraventa de la uva se ajusten por inflación para que el viñatero no siga perdiendo dinero», justificó Juan José Ramos, desde la Asociación de Viñateros Independientes. Y agregó que «hay que mejorar los precios que se pagaron en le vendimia pasada y por eso el kilo de uvas no puede costar menos de los $100».
Como para tener algunos valores de referencia, en el sector mencionan que por las uvas comunes, como la Cereza, el kilo no puede valer menos de $100, y por las uvas blancas de blancas, como Torrontés y Moscatel, el kilo debe costar al menos entre $100 a $120, cuando en la cosecha pasada llegaron a los $45 a $50. Para las tintas finas los productores pretenden entre $140 a $150, cuando el año pasado se abonaron entre a $65 a $70.
Desde la Federación de Viñateros, Eduardo Garcés dijo que «desde nuestra organización les aconsejamos a los productores que les pidan a los bodegueros que las cuotas se actualicen con la inflación». Y agregó que $100 por el kilo de uva le parece un valor «razonable» por los altos costos que han tenido con los insumos, sobre todo gasoil y fertilizantes.
Pablo Martín, desde la Mesa Vitícola sostuvo que «lo menos que podemos pedir es que las cuotas acompañen la inflación» y mencionó la preocupación del sector porque «el clima nos está pegando muy fuerte».
En la práctica los productores reciben desde las bodegas un adelanto en efectivo que les sirve para ir pagando la cosecha y el acarreo. Y luego, cuando está toda la uva levantada, se hace una liquidación final en la que se pacta el precio y la forma de pago, que siempre es en cuotas, a veces quincenales y en la mayoría de los casos mensuales. Como los plazos se estiran, los viñateros pretenden que el bodeguero que les recepcionó los racimos les haga una actualización como para afrontar el deterioro de la inflación.
Como este año se anticipa que habrá menos uva, industriales de Mendoza ya están tentando a los productores locales a venderles su producción. Ya hubo reuniones con viñateros locales.
Destacado:Líneas de crédito para el sector
Para esta vendimia habrá líneas de créditos, con tasa subsidiada al 29,9% de interés anual, y con tres novedades. Por primera vez se lanza un crédito para productores de uva de mesa, otra es que los créditos de cosecha y acarreo de uva para vinificar estarán disponibles a partir del 1 de febrero, o sea antes de empezar a cosechar, como pedían los viñateros. La tercera es que los productores que cuenten con riego por goteo tendrán tasa cero de interés.
Para uva en fresco, se otorgará un préstamo de $150 mil por hectárea, con un tope de $2,4 millones, destinado a productores de hasta 30 hectáreas. El crédito para uva para vinificar abarca un monto de hasta $120 mil pesos por hectárea, con tope de $2 millones y destinado a productores de hasta 30 hectáreas. El plazo de devolución es de 10 meses, incluidos 4 de gracia. La vigencia es desde el 1 de febrero al 1 de abril de 2023.
Variación
186 Es el porcentaje de incremento en el kilo de uva que pretenden los viñateros, desde los $35 del año pasado a los $100 que quieren ahora.
FUENTE: DIARIODECUYO.COM.AR
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