Los productores franceses han recuperado una vieja tradición: atacar camiones españoles. Las autoridades creen que Francia no hace esfuerzos suficientes para protegerlos.
Un litro de vino francés a granel cuesta alrededor de 1,5 euros de media, tres veces más caro que el español. Esta diferencia de precio ha multiplicado las exportaciones en los últimos años, soliviantando por el camino a los productores del país vecino, que parecen estar recuperando una tradición casi olvidada: asaltar camiones con matrícula española y derramar el género sobre el asfalto.
Las autoridades españolas, sobre todo desde la embajada en París, llevan tiempo quejándose en silencio y elevando las protestas al Gobierno francés y a la Unión Europea. Ayer, el Ministerio de Asuntos Exteriores decidió hacer pública una nota de condena en reacción a dos nuevos ataques registrados en menos de 48 horas: uno en Grand-Gallardes y otro en Narbonne. “Estos hechos se producen con desafortunada periodicidad y son motivo de preocupación para el Gobierno de España, ya que representan una violación flagrante de los principios de la Unión Europea”, incidieron.
Los productores franceses se quejan de que no pueden competir con los españoles en precio
Desde la Asociación de Transporte Internacional por Carretera (Astic), explican que se ha producido un repunte en los ataques. “Llevábamos un tiempo tranquilos. Pero ha vuelto la preocupación entre los ganaderos y, sobre todo, los viticultores. Es muy preocupante, porque los conductores ya están expuestos a asaltos y robos. Esto es un problema más para ellos. Tienen problemas por las cargas sociales e impositivas, pero es muy triste que paguen sus problemas con la gente más débil y tiren por la calle del medio”, dicen.
Las protestas de los viticultores franceses contra los caldos españoles vivieron tensos momentos en 2016, especialmente en abril, cuando se llegaron a verter 42.000 litros de vino cerca del paso fronterizo de Le Boulou, cerca de Perpiñán. España se ha convertido en los últimos años en el mayor exportador de vino del mundo, aunque al no disponer de una red de distribución tan consolidada como la de Francia e Italia, vende a precios muy inferiores y algunas regiones se han especializado en la venta a granel. Según el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), España exportó en 2014 a 1,11 euros el litro de media, cinco veces menos de lo que cobran los franceses por sus caldos cuando los envían fuera de su país.
“No sabemos cuánto va a durar la situación”, lamenta Juan Francisco. Yo miedo tampoco paso, porque sé que lo más que me pueden hacer es tirarme el vino. Yo desde luego puedo forcejear y resistirme un poco, pero tampoco mucho más. Si no los detiene nadie, ¿yo qué puedo hacer?”.
FUENTE: ELCONFIDENCIAL.COM