El Iscamen impulsa programas sustentables que combinan la gestión de residuos fitosanitarios con prácticas agroecológicas para reducir el impacto ambiental y mejorar la salud pública.
Como parte de su estrategia de desarrollo sostenido, el Iscamen avanza en la implementación de programas que promueven una producción agrícola más segura y respetuosa del ambiente. En 2024, se consolidaron dos ejes clave: el reciclado de envases vacíos de agroquímicos y la liberación masiva de insectos controladores biológicos.
Reciclado de envases fitosanitarios: un modelo pionero
El Programa de Gestión de Envases Vacíos de Agroquímicos, vigente desde 1998 bajo el lema “Limpiemos el Campo”, posiciona a Mendoza como pionera a nivel nacional. Este modelo sirvió de base para la Ley Nacional 27.279, sancionada en 2016, que establece los presupuestos mínimos de protección ambiental en la materia.
La normativa obliga a los productores a entregar los envases vacíos —previamente sometidos a triple lavado— en los Centros de Almacenamiento Transitorio (CAT), distribuidos estratégicamente en la provincia. Además, Mendoza cuenta con una red de Mini CAT para facilitar la entrega en zonas rurales.
Durante 2024 se procesaron 129.733 kg de envases. De ese total, 57.800 kg (60%) correspondieron a envases Tipo A, reciclables, lo que representa un incremento del 28% respecto al año anterior. Estos residuos son transformados en productos como maderas plásticas, baldes, carretillas o pellets plásticos de uso no alimentario. El resto, 38.740 kg (40%), fueron envases Tipo B —no aptos para reciclaje— que se destruyeron mediante operadores habilitados.
Control biológico: naturaleza al servicio de la salud y la producción
Complementando el retiro de envases y agroquímicos vencidos, el Iscamen impulsa el control biológico de plagas a través del Programa de Agroecología. Esta estrategia consiste en criar y liberar insectos benéficos, como crisopas y avispas parasitoides, que combaten naturalmente a las plagas agrícolas.
En conjunto con los municipios de Capital y San Martín, se aplica esta técnica en espacios verdes. Cada 20 días se liberan unas 15.000 crisopas por plaza, y hasta 40.000 en espacios amplios como plaza Independencia. Estos insectos son capaces de eliminar hasta 800 plagas diarias, incluyendo pulgones, trips y mosca blanca.
Los enemigos naturales utilizados se crían en los laboratorios del Iscamen ubicados en Guaymallén (Km 8), Santa Rosa, San Rafael, General Alvear y Tunuyán. Además de las liberaciones, se realiza un monitoreo continuo para ajustar las cantidades y frecuencia según la evolución de las plagas.
Un modelo integrado que mira al futuro
La combinación entre reciclado responsable y control biológico sitúa a Mendoza a la vanguardia de las políticas ambientales en el agro. Estas herramientas no solo reducen el impacto de los fitosanitarios en el ambiente y la salud humana, sino que mejoran la calidad e inocuidad de los alimentos.
El enfoque del Iscamen apuesta por un manejo integral, donde la tecnología y la naturaleza se articulan para lograr una producción más limpia, sostenible y segura para todos.