El comercio minorista enfrenta un escenario de cautela y consumo más selectivo, con diferencias marcadas entre los distintos rubros. A pesar de la retracción reciente, el acumulado 2025 mantiene un crecimiento del 11% respecto al año pasado.
En mayo, las ventas minoristas pymes registraron una caída interanual del 2,9% a precios constantes, mientras que en la comparación mensual desestacionalizada se observó un descenso del 0,7% respecto a abril. Sin embargo, el acumulado de 2025 muestra un incremento del 11% en comparación con el mismo período de 2024.
El clima de expectativas refleja cierto optimismo: el 49,2% de los encuestados cree que su situación económica mejorará dentro de un año, mientras que sólo el 9,3% prevé un empeoramiento. No obstante, persiste la cautela respecto a nuevas inversiones: el 55,9% considera que no es un buen momento para invertir, frente a un 14,4% que opina lo contrario.
En los últimos meses, la actividad comercial evidenció una leve retracción, en un contexto marcado por una menor disponibilidad de recursos, ajustes de precios y mayores exigencias operativas. Durante mayo se advirtió un comportamiento más medido en las compras, menor circulación en los centros comerciales y una competencia creciente tanto desde los canales online como desde los formatos informales.
El análisis sectorial mostró comportamientos dispares. De los siete rubros relevados, dos presentaron crecimientos interanuales: Perfumería lideró con un alza del 5,2%, seguida por Farmacia, con un aumento del 1,5%. Por el contrario, cuatro sectores registraron caídas: Alimentos y bebidas (-7,6%), Ferretería, materiales eléctricos y de la construcción (-2,6%), Textil e indumentaria (-1,6%) y Calzado y marroquinería (-0,5%). El rubro Bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles se mantuvo en niveles similares a los de 2024.
Al comparar con el año anterior, el 58,3% de las empresas indicó que su economía se mantiene estable, mientras que un 28% señaló estar en peor situación. En tanto, un 13,6% reportó una mejora en su situación económica.
El comercio minorista continúa enfrentando un escenario de cautela, con varios sectores afectados por caídas en las ventas, márgenes estrechos y dificultades para sostener la rentabilidad. Rubros como Alimentos y bebidas, Calzado, Bazar, Ferretería e Indumentaria experimentan un consumo más restringido, condicionado por la pérdida del poder adquisitivo, la falta de crédito y la competencia informal o externa.
Pese a los esfuerzos por adaptarse a través de ventas online, promociones y financiamiento, la incertidumbre persiste en el sector. Muchos comercios apelan a liquidaciones anticipadas o postergan inversiones. No obstante, algunas empresas logran mejoras puntuales mediante estrategias digitales o programas de fidelización. Rubros como Farmacia muestran cierta estabilidad. En este contexto, el sector en su conjunto espera señales de mayor previsibilidad y políticas que contribuyan a reactivar la demanda y revertir la tendencia actual.
Fuente: CAME – Cámara Argentina de la Mediana Empresa