La pésima cosecha del año pasado contribuyó en la caída de las ventas dentro del país, en sintonía con las exportaciones. El dato por envase.
El año pasado no fue sencillo para la vitivinicultura. A la fuerte caída de la venta a los mercados internacionales, se le sumó una recesión también en el mercado interno lo cual pudo ser reflejado en el último informe del Instituto Nacional de Vitivinicultura.
La mayor explicación para este fenómeno radica en el nivel de stock vínico que generó lo que el mismo organismo determinó como la peor cosecha desde que se tienen registros.
Si bien este informe detalló que hubo un incremento del 4,7% en la venta de vino el mes pasado en comparación con diciembre del 2022, si comparamos todo el año anterior con el 2022, los despachos de vino al mercado interno cayeron un 6,3%.
En total, fueron 7.752.065 hectolitros en 2023, contra los 8.276.098 de hectolitros que se vendieron en 2022.
De hecho, tanto los vinos blancos (7,6%) como los vinos de color, sean rosados o tintos (5,8%), sufrieron la caída en los despachos a mercado local. Cuando hablamos de espumante, decimos que independientemente de su color, todos también sufrieron caídas en un promedio del 6,5 por ciento.
De hecho, puede verse como parte de la estrategia del mercado, la búsqueda por no resentir la oferta de vinos genéricos, generalmente los que constituyen el segmento más bajo de precios, los cuales solo sufrieron una caída del 1,4%. En cambio, los vinos con mención de varietal sufrieron una merma del 15,2%.
Envases
Nuevamente y como era de esperarse, la botella se constituyó nuevamente en este 2023 como el envase más utilizado en el mercado interno, representando el 62% del total de los vinos envasados. Esto, contando todos los tamaños, aunque es evidente la predilección por la de 70 ml.
El segundo envase en importancia, con el 33%, es el tetra brik, que suele utilizarse para la comercialización del vino genérico. Cierra el podio la damajuana, con un 3,5%. Sigue siendo muy poco significante para el mercado, la venta en otros formatos como la lata o el bag in box.
Aunque con distinto rendimiento, todos estos envases sufrieron caídas en sus ventas con respecto al año anterior. En cuanto a las botellas, fue del 7,6%. Los tetra brik, por su parte, se vendieron un 4,2% menos. Mientras, la caída de la damajuana fue del 5%.
La lata, que había repuntado en 2022 en el marco de un auge en su consumo, no pudo sostenerlo en 2023 y sufrió la caída más grande en porcentaje de todas, con el 24%. Solo el bag in box logró un aumento del consumo, significativo por cierto, del 16%. Sin embargo, el volumen sigue sin representar un espacio de privilegio en el mercado.