El fenómeno climático de los últimos dos días en Mendoza se sumó al del mes pasado con un fuerte impacto en todas las zonas productivas.
Aunque faltan relevamientos concretos, el efecto negativo en la cosecha podría ser muy elevado. Crecen los reclamos ante la falta de agua.
Las heladas de las madrugadas del lunes y del marte s afectaron a todas las zonas productivas de Mendoza, provocando daños de hasta el 100%. Mientras las primeras tuvieron mayor impacto en el sur y Valle de Uco; las últimas llegaron a las zonas norte y este.
La preocupación se centra en la cosecha de uva, ya que este fruto está con los primeros brotes y, aunque todavía falta para saber cuánto se perderá de manera concreta, los especialistas anticipan que la misma podría ser importante dada la época del año.
Nicolás Vicchi , vicepresidente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi) explicó que los primeros días de octubre hubo una helada temprana de la que muchos viñedos se pudieron recuperar o rebrotar pero que, en noviembre, la situación es diferente.
En el Sur, en tanto, el ingeniero agrónomo Jesús Gasques de la cooperativa Algarrobo Bonito de General Alvear, subrayó que las pérdidas podrían alcanzar al 70%. «En una temporada común solemos enviar a molienda unos 14 millones de kilos de uva y hoy eso podría ser mucho menos de la mitad», ejemplificó.
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En el Valle de Uco, la situación es más grave aún ya que en zonas como Vista Flores hablan de «producción perdida» . Creen que ya no podrán recuperar prácticamente nada y que el trabajo del resto del año será de mantenimiento y cuidados de la planta.
Diego Stortini, productor vitivinícola y miembro de la Cámara de Comercio, Industria, Agricultura y Turismo de Tunuyán, comentó que la noche del domingo fue muy fría y afectó el 40% de la producción. Por lo que el fenómeno de las últimas horas terminó de destruir lo que quedaba con daños de hasta el 80 %.
Al respecto, Stortini remarcó que las pérdidas han sido peores en las variedades de ciclo corto -la mayoría uvas blancas- con el impacto en producción, precio y mercado que ello significará debido a la escasez previa de este tipo de varietal.
«Es una situación muy desmoralizante, algo inesperado que será difícil de remontar ; en especial si se suma el contexto general y socioeconómico», resumió Stortini el estado de ánimo de los productores que h oy se ven abatidos.
Desde el Gobierno provincial recordaron que están en funcionamiento los mecanismos de denuncia correspondientes y que, recién en 30 días, podrá evaluarse adecuadamente el daño así como la cantidad de productores afectados.
El problema de la falta de agua
Walter Linna , productor de la zona Este, mencionó que hubo pérdidas de hasta 100% en algunas fincas . Allí, el fruto ya está en planta y -aunque es preciso esperar para corroborar el nivel de afectación total- el reclamo en esta área productiva tiene que ver con la falta de agua.
Es que tener los viñedos regados y húmedos es una manera de mitigar el fenómeno de la helada. Sin embargo, dada la crisis hídrica, los productores reciben menos agua. «En el verano, no hay problema o puede resolverse pero, con un fenómeno tan anticipado como el de esta semana, debería haberse enviado agua a la producción», sostuvo Linna quien agregó que » hace 20 días que no hay agua».
En este sentido, Stortini coincidió en que el problema del agua es sustantivo ya que al no tenerla, no se puede hacer defensa pasiva de los cultivos con el riego. De todas, maneras, admitió que el fenómeno ha sido tan fuerte que el riego habría sido una incidencia menor.
«Esto es para tomar en cuenta que Mendoza ya tiene que adaptarse a la situación del cambio climático ya que, en la actualidad, con un mínimo graniz o, se termina de perder lo poco que puede haber quedado», subrayó.
FUENTE: REVISTACHACRA.COM.AR