Una de las preguntas que más veces se hacen los amantes de las bebidas alcohólicas, ¿Qué engorda más: el vino o la cerveza? Y la respuesta no es tan sencilla, ya que no se trata simplemente de contar calorías, sino que hay que tener otros factores en cuenta, como la cantidad que se ingiere u otros beneficios que pueden aportar a la salud.
Desde un principio se debe tener en claro que la ingesta de alcohol poco aporta al cuerpo, por lo que los expertos las llaman “calorías vacías”, aunque hay vinos que lo compensan con otros beneficios.
Si hablamos solo de números, tanto el vino como la cerveza no tienen demasiadas calorías. Por caso, 100 ml de cerveza aportan entre 40 y 50 calorías, mientras que en el caso del vino, son entre 70 y 80 calorías.
Pero compararlos así simplemente sería un error, ya que difícilmente alguien solo beba 100 ml de cerveza, algo que no sucede con el vino, con el que se acostumbra beber una copa por día (promedia los 150 ml). Así, una lata de cerveza suele tener casi 150 calorías, más 10 gramos de hidratos de carbono y 13 gramos de alcohol y por consumirla en cantidades más elevadas es la cerveza la que más nos engorda.
Ambas bebidas, siempre consumidas con moderación pueden aportar algunos beneficios al organismo. El consumo máximo diario recomendado por la Organización Mundial de la salud (OMS) marca como ingesta máxima 30 gr de alcohol en hombres y 20 gr en mujeres. Asimismo, el complemento o maridaje de cada bebida juega un papel fundamental.
Cuál es la bebida alcohólica más sana
Teniendo en cuenta la graduación alcohólica, es decir los grados de alcohol que tiene la bebida por litro, y los beneficios que aporte, el vino tinto es la bebida alcohólica más saludable de todos.
Es que más allá de tener entre 3,5 y 15 grados de alcohol, por las propiedades intrínsecas de la uva y su proceso de elaboración cuenta con importantes beneficios, siempre y cuando su ingesta sea moderada.
El vino tinto contiene polifenoles, entre ellos el resveratrol, que tiene propiedades antioxidantes y cardioprotectoras. Según estudios, puede estar asociado a un aumento del colesterol “bueno” y a un menor riesgo de coagulación. Además tiene propiedades antiinflamatorias debido a su alto contenido en quercetina.
FUENTE: ELLIBERAL.COM.AR
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