Las bodegas que comercializan vinos fraccionados están siendo amenazadas por la falta de insumos y, principalmente, de uno fundamental. Desde Bodegas de Argentina explicaron qué podría suceder con las exportaciones y con el mercado interno.
Las bodegas se encuentran en un momento bastante particular que oscila entre lo esperanzador y lo problemático. Por un lado cerraron el 2020 con números en alza para las ventas, pero por otro vienen arrastrando una situación que conspira directamente contra su desarrollo y su proyección: la falta de insumos.
Sin ser ajenas a la crisis y a la desafiante realidad causada por la pandemia de coronavirus, las bodegas finalizaron un 2020 que terminó siendo positivo en el balance contable y pretenden que esa tendencia continúe durante el presente año, aunque los números del primer cuatrimestre reflejan un descenso en la demanda de vino.
Más allá de lo estrictamente comercial, por estos días las bodegas que comercializan vinos fraccionados están siendo amenazadas por la falta de insumos y, principalmente de uno fundamental: los envases de vidrio. La problemática viene desde el año pasado pero se prolongó por diversos factores que el Director Ejecutivo de Bodegas de Argentina, Milton Kuret, detalló de manera minuciosa en diálogo con MDZ.
«El vidrio viene complicado desde el año pasado. Hubo un incremento en las exportaciones y en el mercado local de vino fraccionado y, en consecuencia, de uso de envases de vidrio. El último cuatrimestre del año siempre el insumo se ve estresado por la demanda de las bodegas ya que se acercan las ventas de fin de año. Quienes exportan deben hacerlo en septiembre u octubre para llegar a tiempo», comenzó Kuret.
«Nos encontramos, por un lado, con un crecimiento de ventas en general que hizo que las bodegas necesitaran más envases de vidrio, pero también con temas relacionados al covid que ocasionaron niveles de ausentismos importantes en muchas compañías. Las cristalerías lo sientieron y lo sienten un poco más al tener mano de obra especializada difícil de reemplazar. Además hay una escasez de inversión enfrentándose a una capacidad menor de producción y a una demanda mayor», explicó quien fuera tesorero de Bodegas de Argentina durante muchos años.
Milton Kuret analizó el mercado actual para las bodegas y lo relacionó con la problemática del vidrio pensando a futuro. «En el primer cuatrimestre de este año las ventas en el mercado interno están en un 8% por debajo, pero en el embotellado para el comercio exterior viene un 10 a 12% por encima. Venimos con un poco menos de demanda pero la provisión de vidrio sigue estresada y esperamos que esto se corrija. Las dos grandes cristalerías están haciendo lo necesario para que la situación se normalice», reconoció.
Consultado sobre las posibles consecuencias de la falta de botellas de vidrio, Kuret avizoró un panorama que no afectaría a las exportaciones. «Si esta falta continúa, las bodegas corren el riesgo de no poder cumplir con sus compromisos y la prioridad es el mercado externo porque suelen haber contratos y fechas límites para llegar a los barcos. Hay poca disponibilidad de contenedores y de barcos con lo cual hay que tratar de no perderlos para no perder ventas al exterior», aseguró.
De esta manera se interpreta que, de llegar a una situación límite de escasez de botellas de vidrio, sería el mercado interno el que sentiría el faltante. Cuesta creer que eso llegue a suceder porque las cristalerías que abastecen a las bodegas se encuentran en tareas de mantenimiento permanente e inversión para responder a las demandas del mercado, según Kuret que, más allá de todo, se muestra confiado en terminar el año con otra realidad.
Pero no solo el vidrio es el insumo que mantiene en vilo a las bodegas. El papel está comenzando a ser un elemento que, de a poco, comienza a ser más difícil de conseguir. Su principal uso es para las cajas de cartón que contienen a las botellas, pero también se usa para el etiquetado de las mismas. Esta situación también fue explicada por Milton Kuret quien, además, recomendó estar atentos a los productos que llegan desde el exterior.
«Hay un problema mundial con el papel. Hay menor de recolección de recortes para hacer reciclado y esto de alguna manera está haciendo que el cartón y las cajas también estén en una situación de tensión. En menor medida sucede con el papel para etiquetado, pero por ahora está haciendo más ruido el tema de las botellas que el del cartón. También hay que estar atentos al tema de importaciones porque hay falta de contenedores y de barcos. En ese sentido no se puede descuidar la provisión de corchos, por ejemplo», finalizó el Director Ejecutivo de Bodegas de Argentina.
FUENTE: MDZOL.COM