El acuerdo, que no afecta al blanco, incluye la renuncia a plantaciones al menos por 3 años y al fomento de reinjertos.
El pleno del Consejo Regulador ha alcanzado este lunes un acuerdo sobre las normas de campaña, adelantado respecto a otras ocasiones por la presión del exceso de existencias de vino, que implica una rebaja del rendimiento amparado del 90% para la próxima vendimia, 2023, y, en principio –aunque revisable en función del comportamiento de las ventas y las existencias– para 2024. Además, se contempla también una reducción de la transformación de vino del 70 al 69%, con lo que se dejarán de producir unos 40 millones de kilos de uva sobre la producción estándar y unos 4 millones de litros de vino por la menor transformación en bodega.
Tal y como ha venido informando Diario LA RIOJA, el acuerdo no afecta a la producción de las casi 6.000 hectáreas plantadas de uva blanca, cuyo rendimiento en campo será del 100% y del 70% en bodega, por cuanto el conjunto del sector considera que no hay problema de ventas ni de existencias, ya que lleva años creciendo la comercialización con regularidad para este tipo de vinos. Así las cosas, la producción máxima de Rioja, según los datos aportados por el director general del Consejo Regulador, José Luis Lapuente, será de unos 390 millones de kilos (unos 270 millones de litros de vino), frente a los casi 450 millones de kilos que se recogerían en condiciones normales (100% de rendimientos) y, sin contar eso sí, los efectos que la cosecha en verde pudiera tener sobre la producción de uva si finalmente se pone en funcionamiento.
No hubo tanto respaldo en la rama productora, ya que las cooperativas alavesas de Dolare se descolgaron –sí lo apoyaron por supuesto Fecoar y las navarras–, al igual que la UAGR y UPA entre los sindicatos agrarios, mientras que UAGA (el sindicato alavés)no estuvo en la votación y sus votos, por tanto, computan como abstención.
Sin plantaciones y reinjertos
Las negociaciones de última hora han permitido bajar, además del rendimiento de transformación en ese 1% adicional, el porcentaje de vino de mesa que se permitirá elaborar a las bodegas, al margen del vino amparado, que tanto Grupo Rioja como cooperativas habían marcado inicialmente en el 5% y que ahora queda en el 4%. Esa producción no entrará en el circuito Rioja, sino que deberá salir de las bodegas para el mes de mayo de 2024, aunque sí podría emplearse para la mejora de vinos.
Asimismo, el acuerdo contempla que, al menos en los próximos tres años, no se hablará de nuevas plantaciones en la DOCa, mientras que se solicitará a las administraciones públicas la bonificación del reinjerto de variedades tintas por minoritarias del mismo color (no tempranillo) o por castas blancas, mientras que también se pretende que los planes de reestructuración –financiados con fondos europeos– prioricen el cambio de parcelas de tinta por blancas o por uvas minoritarias. Asimismo, el acuerdo contempla también un mayor control de las parcelas más productivas para evitar las producciones excedentarias.
El presidente del Consejo Regulador, Fernando Ezquerro, agradeció en la rueda de prensa posterior a la reunión del pleno «el esfuerzo que han hecho varias organizaciones, dejando alguna línea roja incluso, por sacar adelante este acuerdo con el mayor apoyo posible». «Se ha respaldado por el 90% de los votos emitidos –añadió–, pero creo que era necesario tomar medidas como las que se ha adoptado».
En este sentido, afirmó que «el objetivo fundamental es volver a las cifras de comercialización del año 2017, las anteriores a la helada y lo vamos a intentar con este acuerdo que no deja a nadie atrás, lo cual es muy importante».
FUENTE: LARIOJA.COM
