El operativo abarca distintas áreas productivas con acciones combinadas de control y prevención para proteger la producción vitivinícola.

Como en temporadas anteriores, la campaña 2024/2025 arrancará con un enfoque de control integrado de plagas en grandes áreas, abarcando los departamentos de Rivadavia, Junín, San Martín, Maipú, Santa Rosa, Lavalle y Luján de Cuyo. Este operativo combina diversas herramientas a lo largo de diferentes etapas, incluyendo la distribución de difusores de feromonas, la provisión de agroquímicos, alertas de aplicación en momentos críticos y servicios de aeroaplicación.

Uno de los pilares clave de la campaña es la implementación de la Técnica de Confusión Sexual (TCS), que ya involucra a más de 1.800 productores y cubre más de 2.000 propiedades de vid. Este método busca reducir significativamente las poblaciones de Lobesia botrana, insecto que afectó severamente a diversas áreas durante la temporada pasada. Además, permite a los productores de uva de mesa y ciruela cumplir con los protocolos fitosanitarios exigidos para la exportación de uva en fresco a Brasil.

La asistencia a los productores comenzó con la entrega de los difusores de feromonas en puntos de distribución establecidos por el Iscamen, organismo que coordina el operativo. Los beneficiarios también reciben capacitación y material informativo para garantizar el uso correcto de estos insumos. El calendario y los lugares de entrega pueden consultarse en el portal del Iscamen.

Tratamientos aéreos y feromonas pulverizables

En una segunda fase, se implementarán tratamientos aéreos en zonas estratégicas de los oasis Norte y Este. Estos tratamientos abarcarán tanto viñedos en producción como terrenos en estado de abandono o semiabandonado, lo que refuerza las acciones de control emprendidas por los productores locales.

Asimismo, en la tercera etapa, se distribuirán fitosanitarios, priorizando los cultivos del Valle de Uco. También se contempla la aplicación aérea de feromonas pulverizables en áreas con alta presencia del insecto, con el objetivo de limitar su reproducción.

Primera alerta de control

El control de la primera generación de Lobesia botrana es crucial, ya que cada hembra puede depositar cerca de 100 huevos, lo que significa que una pareja puede generar hasta 250.000 ejemplares a lo largo de una temporada. Los productores deben aplicar insecticidas cuando los racimos preflorales de sus variedades de vid midan entre 5 y 7 centímetros, antes de la apertura de las flores. Esto incluye tanto a quienes aplican la TCS como a los que recibirán el servicio de tratamientos aéreos.

Es importante destacar que las variedades de floración temprana, como el sauvignon blanc o chardonnay, requerirán más de una aplicación para garantizar una adecuada protección hasta noviembre.

En Mendoza, donde se cultivan más de 160.000 hectáreas y participan más de 14.000 productores, el control de esta plaga es esencial para mantener el 75% de la producción nacional de vid.

FUENTE: GOBIERNO DE MENDOZA