Derrumbe de exportaciones, una razón

Más allá de un nuevo valor pretendido para el dólar, la industria también quiere extender el plazo más allá del 30 de agosto, fecha de vencimiento del programa. Lo consideran un período exiguo para liquidar divisas: entre la orden de compra del importador y el embarque (45 días), más el cobro de la operación, pueden transcurrir hasta 160 días.

En ese contexto, sin dejar de ser una mala noticia para la vitivinicultura que se venda menos vino al mundo, un dato ayuda a sostener el pedido al Gobierno nacional de una mejora del tipo de cambio como compensación.

La caída del 31,7% de las exportaciones durante el primer semestre según los últimos datos del INV, se basa en el 26,8% de merma en vinos fraccionados, pero sobre todo en el 44,5% para granel. Y tiene su correlato en precio: en comparación con 2022, la industria facturó 21% menos (32,3% en granel y 20% para el vino en botella).

Un panorama negativo, que para la industria ahora sólo puede revertirse con un dólar más alto.

«Tuvimos la peor cosecha de la historia, con una uva cara en exceso, pero la macroeconomía tampoco se condice con lo que ocurre en el sector vitivinícola: hoy el dólar exportador no nos hace competitivos, sobre todo frente a Chile, que tiene buenos stocks y mejores precios», afirmó José Bartolucci, presidente de la Cámara Argentina de Vinos a Granel.

A su criterio, el dólar agro «parecía una buena noticia, pero al dejarlo fijo perdió atractivo. Y además, por un período muy corto, son pocas las empresas que pudieron haberse beneficiado«.

Chau Precios Justos, un pedido

En eso coinciden también desde Bodegas de Argentina, desde donde hacen hincapié en otro pedido que viene desde hace un par de meses: flexibilizar las condiciones para acceder a los beneficios del dólar diferencial. Es parte de lo que esperan formularle en una reunión al secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, que hoy estará en Mendoza.

Al respecto, las críticas se enfocan en la obligación de incorporar productos al programa Precios Justos. Para las bodegas significa presentar una Declaración Jurada en función de su rango de exportaciones: eso determina un porcentaje de suba de precios autorizado, que oscila del 1% (para los que más exportan y menos mercado interno tienen) al 3,2% si tienen mayor presencia en el país en distintos canales comerciales.

Los referentes de las cámaras lo incluyen en el planteo, por considerarlo restrictivo.

«El Gobierno nacional debe escucharnos. Definitivamente las economías regionales tenemos que tener un dólar diferencial, porque damos mucha mano de obra frente a los campos de soja y trigo, y así podemos retomar mercados, analizar otras alternativas y productos», remarcó Bartolucci.

Con todo, la vitivinicultura se encolumna nuevamente detrás de mejorar el incentivo a las exportaciones. Y desmarcarlas del mercado interno.

Sobre la presencia en Precios Justos, desde BA Kuret enfatizó que «las mejoras en el tipo de cambio de ninguna forma impactan en el mercado local. La oferta exportable y los mercados son totalmente diferentes».