Productores autoconvocados sanjuaninos protestan a raíz de que la industria busca comprar al mismo precio que el año pasado. Además alertaron por la falta de agua.
La semana pasada un grupo de productores vitivinícolas de San Juan le reclamó por el aumento en los precios de compra. La manifestación incluyó un “camionetazo” y asamblea. ¿El motivo? Explican que las bodegas buscan pagar $24 el kilo de uva, el mismo valor que el año pasado. ¿A cuánto aspiran a correr su valor? No menos de $40. “En góndola los precios del vino subieron un 120%”, comparan. En tanto que desde el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) salieron a respaldar el reclamo.
Eduardo Sánchez fue uno de los productores que se movilizaron la semana pasada. Hora después habló con A24.com Agro y expresó la lectura que hacen entre los colegas. “Estas 3 firmas dominan el 80% del mercado interno y el 90% del exportador, y quieren pagar el mismo precio que el año anterior siendo que en góndola al vino lo aumentaron el 120%. Además hemos tenido un año muy duro con una fuerte crisis hídrica”, planteó.
“Los ánimos están caldeados por que con estos precios que quieren pagarnos vamos a la quiebra”, sostuvo Sánchez. Esta mirada cuenta con el respaldo del INV, desde donde su titular salió a manifestarse en favor del reclamo de los productores.
“Coincido con los productores en que $24 es un precio muy bajo, hay que subir el valor”, opinó Martín Hinojosa, presidente del INV en diálogo con La Red Rural (AM 910). “Entiendo que se aspire a $40, a lo que se está ofreciendo hay que ajustarlo y en esa discusión tiene que mejorarse ese precio, y el Estado tiene que ser fuerte para poder equilibrar esa situación”, remarcó.
Y agregó: “Tenemos que terminar con la pelea del productor y el bodeguero, todas son personas de laburo, pymes, gente de familia”.
Dardos también para el INV, que salió a responder
Los productores también apuntaron al Instituto. ¿Por qué? En su última estimación de cosecha se calculó que provincias como Salta y Catamarca tendrán un repunte productivo del 14% y 3% respectivamente. Pero La Rioja y San Juan son la otra cara inversa y tendrían, según lo estimado por el INV, una pérdida productiva del 9% y 10% respectivamente. ¿La razón? La falta de agua a causa de La Niña.
“En La Rioja y San Juan se ha observado una producción heterogénea con un tamaño menor del grano y del racimo. Esto está dado a múltiples factores, como heladas que producen desequilibrios fisiológicos, eventos de granizo, ola de calor con temperaturas máximas por encima de los 40ºC y mínimas de 35ºC y, por último, la falta de agua que sufre la región en general», puntualizaron.
Sin embargo, para los productores la pérdida sería del doble: al menos un 20%.
“En los últimos días el INV ha dado un pronóstico que discrepa con los productores. Aquí la pérdida de los productores sanjuaninos fue consensuada con los técnicos del propio instituto y otros privados, contratados por nosotros mismos con nuestro aporte. Y estimaron un 20% de pérdida de cosecha, pero el Instituto publicó una cifra que es la mitad de lo estimado. Ha sido un mazazo”, contó Sánchez.
Hinojosa, hombre proveniente de la producción vitivinícola y de tradición bodeguera, hoy está en la función pública. Sostuvo que “Argentina es el único país vitivinícola que hace estimación de cosecha de manera pública”.
“Muchas veces se le pide a una estimación de cosecha que suba el precio de la uva, algo que no es factible. Esto es como pedirle a un encuestador que te haga candidato”, comparó.
Hinojosa explicó que el monitoreo realizado por el INV comprende a casi el 8% del total de la superficie plantada. Y que desde el año pasado las entidades agropecuarias se sumaron a la colaboración con la metodología para realizar la estimación.
¿Exportaciones y mercado interno como una solución?
«Hay que vender más, estos son los temas que tenemos que tratar en la vitivinicultura. Ya sea para el mercado interno o para la exportación, pero todo hay que tratar de venderlo», sintetizó Hinojosa, quien rescató los niveles récord de exportación durante 2021.
«En gran parte se debió a la gran aceptación del malbec en el paladar norteamericano, pero también por la calidad de nuestros empresarios pymes, quienes trabajan muy bien en este mercado. Y Además por el buen diálogo entre el sector vitivinícola y el público, más allá de problemas puntuales como esto que sucede en San Juan», postuló.
Y concluyó: «Tener un peso devaluado contribuye a sacar volúmenes, y la discusión no debe ser si hay poca uva, debe haber mucha. Hay que cambiar la forma de pensar y celebrar grandes cosas».
FUENTE: A24.COM
