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El campo en alerta: una denuncia por dumping pone en riesgo exportaciones millonarias a Estados Unidos

La demanda apunta a presuntas subvenciones oficiales que bajarían el precio de venta por debajo del valor de mercado. Cancillería explicó la defensa argentina y este lunes habría novedades en la causa.

A la hora de ir al quiosco y comprar un jugo saborizado, elegir una golosina o poner un poco de mermelada sobre una tostada en el desayuno, una parte de la producción de uvas de nuestro país habrá puesto un poco de sí para que eso suceda. Esos tres tipos de productos comparten la posibilidad de ser endulzados con jugo de uva concentrado, popularmente conocido como “mosto”, un negocio que al ritmo de las exportaciones se expandió en volumen, facturación y geográficamente, y que con los años dejó de ser un subproducto del vino. Pero ese crecimiento enfrenta hoy una denuncia de “dumping” en Estados Unidos. Y por eso en la actividad reina la cautela.

El mosto de uva vendido a Estados Unidos representa más de u$s 50 millones y la actividad le da trabajo a casi 30.000 personas en todo el país. Hay 26 plantas procesadoras de jugo, las cuales usan los insumos generados por las fábricas «mosteras» ubicadas en la región de Cuyo, con San Juan como epicentro. Allí hay siete de las nueve compañías de este tipo, mientras que en Mendoza se ubican las dos restantes.

¿La uva que se requiere es la misma que se usa para el vino? Suelen ser diferentes, porque la que se usa para el mosto es de baja calidad enológica, como la «cereza» o la «criolla». Por eso San Juan apostó a la diversificación de su tipo de uva ya que al concentrar mucho azúcar, se logran muy buenos productos industriales a partir de esa uva.

Las uvas que se utilizan para el mosto son de baja calidad enológica, pero mantienen un gran valor comercial.

Las uvas que se utilizan para el mosto son de baja calidad enológica, pero mantienen un gran valor comercial.

Mosto de uva: de los primeros pasos a la denuncia en Estados Unidos

En los principios de la década del 90’, cuando Argentina comenzaba a descubrir el malbec y se pensaba en el desarrollo de la vinificación y las variedades de mejor calidad enológica, la actividad buscó mejorar la calidad de la producción y posicionar al vino argentino. En ese contexto llegó el acuerdo “Mendoza-San Juan” a través del cual se decidió establecer un sistema de penalidades a las bodegas que procesaran vino con uvas de baja calidad enológica. Y así el mosto encontró un espacio para crecer.

Bajo ese paraguas la industria mostera aprovechó el impulso gracias a la garantía de que podía contar con uvas, sin disputárselas con el vino. La idea de proteger a la cultura y a toda la actividad económica que genera la bebida pasó a ser el gran objetivo de la zona. Por eso ambas provincias comenzaron a fijar los porcentajes con destino al vino y al mosto, y a direccionar el libre flujo de ese mercado a través del sistema de multas.

«Si destinás un buen porcentaje al mosto y le quitás al vino, y descomprimís la otra industria. Eso nos viene muy bien», reconoció un productor sanjuanino.

Por eso en la zona siguen bien de cerca los avances de la denuncia iniciada por la firma “Delano Growers Grape Products” de California al Departamento de Comercio de los Estados Unidos, ya que el impacto de posibles sanciones internacionales llevó a la Provincia a reconocer que se trataría de “un grave impacto” en el esquema productivo y social.

En Delano Growers entendieron que el acuerdo Mendoza-San Juan es un beneficio comercial que el mosto consigue deslealmente, por parte del propio Estado argentino. Y que eso habría derivado en una práctica de “dumping” por la cual el valor al cual se exportó, en realidad, se hizo por debajo de los costos de producción.

Al menos un 20% de la producción de uva del país se destina a mosto. San Juan, la principal provincia productora.

Al menos un 20% de la producción de uva del país se destina a mosto. San Juan, la principal provincia productora.

La presunción es que hay un destino hacia el mosto de un porcentaje cada vez mayor de uvas presentado por el Estado como una manera de sostener los precios del litro de vino ante una eventual sobreoferta, pero -siempre desde la visión de los denunciantes- esto dejaría mejor parado al mosto argentino a la hora de competir en el exterior.

Cancillería, al frente de la estrategia contra la denuncia

Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) a nivel país el mosto abarca al 20% de la producción total de uvas, y el 90% de ese porcentaje equivale a unas 100.000 toneladas que se exportan anualmente. Nuestro país junto a España es uno de los principales productores mundiales, y durante varios años tuvo el primer puesto.

«Según datos del 2021 Estados Unidos es el cliente más importante con una participación del 40%, seguido por Arabia Saudita 18%, Japón 10% y Sudáfrica 8%. ¿El 24% restante? Se reparte entre 32 países más”, detalló el presidente del INV, Martín Hinojosa ante la consulta de A24.com Agro.

Además de su uso en alimentos, el mosto principalmente es mezclado en bebidas, y es muy importante para la elaboración de jugos de frutas de distintos sabores o para edulcorar vinos. En este segmento el producto nacional tiene grandes competidores a nivel global: la industria también suele aplicar el jugo concentrado de manzana proveniente de China y Polonia. Vale recordar que gigantes de la industria de las gaseosas como Coca Cola y Pepsi son también los grandes productores mundiales de jugos multifruta en cartón. Y eso tracciona a la gran demanda del mercado.

Una de las grandes aplicaciones del mosto de uva es como edulcorante de gaseosas, jugos y vinos.

Una de las grandes aplicaciones del mosto de uva es como edulcorante de gaseosas, jugos y vinos.

El ente que preside Hinojosa hoy en día es el que apuntala a la estrategia diplomática que encabeza la Cancillería, ya que al tratarse de un conflicto en otro país es esta dependencia del Estado la que se pone en funciones y dirige las operaciones. Aunque también la Cámara Argentina de Fabricantes y Empresas de Mosto (CAFEM) suma datos para su defensa.

Este medio también buscó la palabra entre los funcionarios que encabezan dicha estrategia, quienes aclararon que las investigaciones “se encuentran en su fase preliminar”.

“Tanto la Cancillería como los exportadores argentinos ya han participado en audiencias y han presentado su descargo inicial”, precisaron.

Y remarcaron: “Vale aclarar la inexistencia de subsidio alguno otorgado a la industria elaboradora de mosto o de jugo concentrado de uva blanca, y la política de diversificación de la cadena vitivinícola de ninguna manera implica la obtención de materias primas por debajo del precio de mercado”.

Hinojosa también advirtió sobre los duros impactos que tendrían sanciones económicas a raíz de la denuncia en Estados Unidos.

Hinojosa también advirtió sobre los duros impactos que tendrían sanciones económicas a raíz de la denuncia en Estados Unidos.

La preocupación por la denuncia en la cadena del mosto

Los productores de uva sanjuaninos habían arrancado el año 2022 a pleno “camionetazo” y asambleas. En los primeros días de febrero se dio una disputa por el precio del kilo de uva que decantó en manifestaciones contra tres de las empresas más importantes de la industria local, Peñaflor, Fecovita y ENAV S.A. Las acusaban de “empobrecedoras de los viñateros”.

Luego siguieron los problemas por la durísima sequía que afectó a gran parte del país. Y ahora la posibilidad de sanciones por dumping sube la temperatura entre los productores.

“El problema del mosto es que tenemos para exportar y no hay barcos ni contenedores. Y además está la denuncia de esta empresa estadounidense que acusa a todas las argentinas, y eso va a demorar y complicar las exportaciones. Se supone que exportaríamos muy poco mosto”, opinó Eduardo Sánchez, productor de uvas de esa provincia.

Para el gerente de CAFEM, Rodolfo Paolucci, la complicación más grande pasa por lo inédito de la situación: desde la creación de la Cámara en 1991 nunca antes se había dado una acusación de este estilo. Además los buenos vientos comerciales acompañaron en casi todos los momentos y la producción desde aquel entonces se triplicó. “Las exportaciones en volumen crecieron 249,1% al pasar de 38.777 toneladas a 135.387 toneladas. Mientras que en facturación pasaron de u$s41,25 millones en 1992 a u$s138,08 millones en 2020. Esto es un crecimiento consolidado en el período del 234,7%”, dijeron desde el Observatorio Vitivinícola Argentino.

Paolucci igual matiza este crecimiento. “Ha crecido en los últimos 15 años, pero también se ha estabilizado. Somos “producto dependiente”, porque depende de cuánto se haya producido”, graficó.

“No recibimos ningún subsidio”, defendió.

Alberto Fernández y su saludo con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en el G20, en Roma.

Alberto Fernández y su saludo con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en el G20, en Roma.

“Que el Gobierno salga a comprar uva para mosto para nosotros es un problema, porque suben el precio por fuera del mercado. Mendoza, cuando ve que el precio está bajo, pone un precio mayor al del mercado. Todo lo contrario a tener un beneficio desde lo fiscal”, agregó el empresario.

Otro productor consultado apuntó contra Fecovita, una de las empresas que más participación tiene en las exportaciones de mosto. De las casi 140.000 toneladas unas 40.000 corresponderían a la compañía cooperativa, cuya producción se basa en el aporte de más de 9.000 productores asociados. “Fecovita por estatuto no puede tener ganancias”, recordó.

“Cuando se destape esta olla y si Estados Unidos nos pone impuestos o no nos deja entrar, acá en San Juan podemos sufrir mucho las consecuencias y se va a sentir muy fuerte. La mitad de la uva nuestra no tendría destino”, analizó.

A24.com Agro también buscó tener el testimonio de Fecovita, pero voceros comunicaron que la empresa no iba a expedirse públicamente. Más allá de este punto, la firma cooperativa está representada dentro de CAFEM y canaliza allí su defensa junto a la de otras empresas mosteras.

“Por el momento estamos atentos y nos preocupa. Si esto prospera es algo que nos puede traer graves problemas a la industria y complicar al resto de la cadena y la actividad. Estamos trabajando con el INV y las entidades para estar preparados y responder ante estas denuncias. De esa forma esperar que quede solo en una denuncia que no progrese”, sostuvo el ministro de Producción local, Ariel Lucero, al diario El Zonda.

La mirada de Hinojosa es similar. “El volumen que va a Estados Unidos es muy importante y sin duda en el corto plazo nos veríamos afectados. El sector debería buscar destinos alternativos, pero igualmente confiamos en que esto se pueda destrabar”, planteó el titular del INV.

El imponente edificio del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, en Washington. Cancillería busca dejar sin efecto la denuncia.

El imponente edificio del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, en Washington. Cancillería busca dejar sin efecto la denuncia.

Estados Unidos: este lunes habría novedades

El pasado 21 de abril se llevó a cabo una audiencia en la USITC (Comisión Internacional de Comercio de Estados Unidos). Allí el INV, Cancillería y CAFEM presentaron las pruebas y argumentos para intentar rebatir y neutralizar esta denuncia. “Ahí se demuestra que Argentina ha tenido caída constante de volúmenes exportados a ese país como así también el aumento permanente de los precios de producto”, indicó Hinojosa.

“La USITC notificará los resultados de esta audiencia el próximo lunes 16 de mayo. Si se determina que no existe daño alguno para los productores estadounidenses, todo concluiría ahí, caso contrario, seguiría adelante la denuncia”, expuso. Para el funcionario, Estados Unidos “está haciendo lugar a muchas denuncias de dumping en el último tiempo”

“No solo con Argentina, lo ha hecho contra varios países y productos, como el jugo de limón, arándanos y otros productos, y con una clara acción proteccionista. La denuncia a mi entender no tiene fundamentos sólidos y la defensa es clara por parte de la cámara de jugos, por eso esperemos al 16 de mayo”, expresó Hinojosa.

Sin embargo en la vitivinicultura los procesos no paran. Desde CAFEM aclaran que “pueden seguir exportando perfectamente hacia ese país” y avisan que la preocupación mayor para la industria en la actualidad pasa por la falta de stock de materias primas.

En Cancillería, por su parte, sumaron una mirada tranquilizadora. “Convengamos que parece inverosímil que la industria referida tenga siquiera la capacidad de incurrir en prácticas de dumping”, dijeron. Por eso los funcionarios del área de Relaciones Exteriores enumeraron los otros productos argentinos que enfrentan el mismo tipo de inconveniente a la hora de entrar en suelo estadounidense.

«Lo mismo pasa en el biodiésel, la miel, los tubos para campos petrolíferos o el jugo de limón», concluyeron.

 

FUENTE: A24.COM

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