El Instituto Nacional de Vitivinicultura emitió el reporte de los despachos al mercado interno de vinos durante el semestre anterior. La estabilidad con respecto al 2021 y las expectativas a futuro.

Por Uvas Argentinas – El Instituto Nacional de Vitivinicultura reveló los datos del consumo local de vinos en el primer semestre del 2022, en comparación al mismo periodo del año 2021.

El informe estableció que las ventas al mercado interno en los primeros seis meses se mantuvieron casi inalterables con respecto a los primeros seis meses del año anterior. Fue solo del 0,4% el aumento. El número puede apreciarse desde una óptica positiva o mirarse con desconfianza dependiendo de las variables que se pongan en juego.

Los despachos totales de vino fueron de 38,75 millones de litros de vino, cuando el año anterior en esos primeros seis meses se había llegado a 384,3 millones.

En este caso es importante analizar tanto el período semestral en comparativa con el mismo periodo del año pasado, como los despachos interanuales de junio a junio.

Sí lo analizamos desde esta segunda óptica, los números no son tan positivos. El total de los despachos cayó en un 14%. En junio del 2021 se vendieron 812.612 hectolitros mientras que el mes pasado fueron 699.071.

El concepto a tener en cuenta aquí es que las estadísticas reflejan los despachos de vino hacia el mercado interno, pero no así el consumo final. Por lo que para acercarse a la dinámica del consumo es pertinente analizar los datos de todo el semestre, para evitar distorsionar el análisis con eventuales estacionalidades.

De hecho, un punto de venta puede haber comprado vino para cubrir su stock durante el primer trimestre, generando que en el segundo compre menos. Los datos semestrales equilibran esa balanza.

El lado cauteloso

Cuando muchos productores creían que dada la inflación acumulada del año anterior a estas alturas podía preverse una caída de los despachos al mercado interno -tal como ocurrió el año pasado-, la noticia de una estabilidad en las ventas se recibió positivamente.

Sin embargo, las expectativas están puestas en lo que pueda ocurrir durante el semestre que viene.

Algunos referentes de la industria estiman que entre junio del 2021 y junio de este año, los costos de producción han aumentado en un 70%. Consideran que sí esos costos deben reflejarse en los precios, sumado a la alta inflación que se estima para el segundo semestre que afecta el poder adquisitivo, el combo puede ser muy negativo para las expectativas.

El segmento que más se verá afectado por esta situación es el de los vinos de mesa o genéricos. Precisamente, aquel tipo de vino que más cayó en los volúmenes de venta al mercado interno durante el semestre pasado (sin contar la categoría «otros vinos» que reúne gasificados y cócteles a base de vino, pero representan un porcentaje muy inferior).

Los vinos de mesa se vendieron un 3,2% menos que el primer semestre del año anterior, a pesar del crecimiento de los blancos en este tipo de vino. La situación preocupa teniendo en cuenta que este segmento de vinos representó el 64% de la totalidad de los despachos. Es decir que 6 de cada 10 litros que se venden al mercado interno son vinos sin mención de varietal.

Una crisis de la devaluación del peso no solamente afectará a los costos de la industria sino también al bolsillo de los argentinos y quienes más lo padecen son los segmentos de más bajos ingresos que consumen el vino que más se produce en el país.

Es por esto que el actual sostenimiento de las ventas durante el semestre anterior debe ser mirado con cautela, mientras que será necesario que los gobiernos nacional y provinciales articulen políticas con el sector productivo.

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