La Legislatura bonaerense avanza con la creación de un régimen de promoción e incentivo para la producción vitivinícola y olivícola en la provincia de Buenos Aires, informaron fuentes parlamentarias en La Plata.
La iniciativa fue aprobada esta tarde en la Comisión de Comercio Interior, Pymes y Turismo y declara, además, de interés provincial a dichos sectores productivos.
El proyecto tiene como objetivo «el desarrollo e impulso de la industria vitivinícola y olivícola bonaerense, a través del estímulo a la inversión para el fomento de la explotación y la infraestructura necesaria para la producción de vinos, aceites y derivados de ambas».
Además, crea el Fondo Provincial para el Desarrollo y Promoción de la Industria Vitivinícola y Olivícola Bonaerense, con el propósito de alentar la inversión en el desarrollo productivo, construcción de obras de infraestructura, adquisición de maquinaria y bienes de capital aplicados a esas actividades.
Entre los beneficios que prevé están la financiación total o parcial para la formulación y estudios de factibilidad del proyecto de inversión; el subsidio total o parcial para cubrir honorarios y gastos necesarios para capacitación de productores y equipos de trabajo afectados al proyecto, el subsidio en las tasas de interés de préstamos bancarios; el acceso a líneas de crédito preferenciales para cubrir gastos operativos de organización, implantación de viñedos, instalaciones y mejoras de infraestructura en bodegas, galpones, sistemas de fraccionamiento, embotellado, empaque, etcétera y beneficios impositivos que se establezcan por vía reglamentaria.
En los fundamentos del proyecto se recuerda que Buenos Aires fue, desde fines del siglo XIX hasta la década de 1930, la tercera provincia productora de vinos, detrás de Mendoza y San Juan. Luego, sus viñedos desaparecieron por completo durante un extenso período, hasta que, hace unos pocos años, volvieron a renacer con algunos polos de desarrollo.
El área pionera en la producción de vino en territorio bonaerense es Sierra de la Ventana que ofrece un microclima con gran amplitud térmica y la confluencia de vientos oceánicos y continentales, propicio para el desarrollo de la actividad y tener excelentes resultados al momento de podar parra de vid.
FUENTE: ELDESTAPEWEB.COM