El varietal blanco más plantado en el mundo celebra una vez más su día. Repasamos algunas de sus cualidades y te recomendamos vinos que no te podés perder.
El Chardonnay, el varietal blanco más plantado del mundo, celebra este jueves su día, como sucede cada último jueves de mayo de cada año. Originario de Francia, más precisamente de la región de Borgoña, logró con sus vinos expandir sus límites hasta conquistar otros continentes, incluso en nuestro país, gracias a su versatilidad.
Según los datos del Observatorio Vitivinícola Argentino, hay 6.043 de hectáreas plantadas con la “reina de las uvas blancas” en todo el territorio nacional, lo que corresponde al 2,77% del país.
Está presente en 13 de las 18 provincias productoras. Mendoza concentra el 82,42% de las hectáreas de todo el país y el Valle de Uco es la región donde más se planta, con Tupungato a la cabeza con 1.164 hectáreas. El segundo departamento de la provincia con más chardonnay es Luján de Cuyo con 561 hectáreas.
Su nombre es muy conocido entre los amantes del vino y proviene de la palabra “Sha’har-ardonay”, que en hebreo significa “Puerta de Dios” y hace referencia a la ciudad de Jerusalén. Esto es porque las variedades Gouais Blanc y Pinoccio que fueron mezcladas para su origen llegaron a Francia desde Palestina.
Capaz de adaptarse a diferentes terroirs y climas, puede ser utilizado para vinos tranquilos, ya sea jóvenes o de guarda, así como también en espumosos. Generalmente presenta vinos con aromas cítricos y florales y pueden presentar hasta frutas tropicales maduras. Su expresión y vinificación puede presentar algunas variables dependiendo de la zona de procedencia. Esta variedad blanca es una de las que mejor combina con la madera, lo que hace que muchas bodegas decidan fermentarlo o conservarlo en barricas de roble. Si se trata de chardonnay bien estructurado, con mucha carga aromática, especiado y equilibrado con madera, hablamos de un vino un poco más intenso que puede combinar muy bien con comidas bien sazonadas, con más materia grasa, carnes blancas, algunas carnes rojas y también con salsas, explicó sobre la variedad la licenciada en Enología Ana Puelles.
Para ella, este varietal con quesos generan un maridaje alucinante y también va muy bien con postres. La clave para elegir el maridaje está en saber diferenciar entre un chardonnay joven y uno que ha tenido paso por barricas.
Las zonas más propicias para el varietal en Mendoza son el Valle de Uco y la primera zona vitivinícola, integrada por Luján de Cuyo y Maipú, donde van a presentar vinos con más estructura y acidez que pueden tener paso por roble, según comentó Ana Puelles.
FUENTE: LOSANDES.COM.AR