La disminución del volumen exportable se distribuye en vinos fraccionados y a granel, lo que refleja los desafíos que enfrenta la industria vinícola del país en un entorno económico y competitivo complejo.
La industria argentina del vino enfrenta por estos momentos «desafíos significativos», según reconocieron operadores de ese mercado ante la prensa económica nacional y publicó en Córdoba el diario Comercio y Justicia. Habla de la caída de 28,9% en las exportaciones de sus productos, hasta el mes de agosto inclusive.
Sin embargo, la industria tuvo una buena noticia y es que a partir del 1 de septiembre, los productores vitivinícolas argentinos dejan de pagar el impuesto de 4,5% sobre las retenciones a las exportaciones, lo que representa un ahorro anual estimado de US$40 millones para el conjunto de la industria, según estimaciones del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). La medida proporciona cierto alivio al sector, que ha estado buscando formas de mantener su competitividad en un escenario global complicado para la producción argentina.
Recordemos que el Ministro de Economía, Sergio Massa anunció a fines de junio el quite de las retenciones para las economías regionales a partir del primer día de septiembre, que incluye al vino. «Calculamos que unos US$40 millones por año se van ahora a recircular dentro del mercado del vino», dijo Martín Hinojosa, presidente del INV y candidato a legislador por el Frente Elegí este domingo.
A pesar de la eliminación de las retenciones, los bodegueros argentinos «siguen enfrentando desafíos», y expresaron la necesidad de avanzar en tratados de libre comercio, siguiendo el ejemplo de su principal competidor, Chile. La caída del 29% en las exportaciones se atribuye a la falta de competitividad debido a la situación del tipo de cambio y el aumento de los costos internos de la producción de vinos. En especial, la industria depende de un proveedor hegemónico de vidrio en botellas, cuyo valor ha venido acompañando las cotizaciones de los dólares informales afectando la ecuación de costos de los bodegueros.
En los primeros ocho meses de 2023, Argentina exportó 131 millones de litros de vino, lo que representa una disminución de 53,1 millones de litros en comparación con el mismo período de 2022.
Como se observa, la disminución del volumen exportable se distribuye en vinos fraccionados y a granel, lo que refleja los desafíos que enfrenta la industria vinícola del país en un entorno económico y competitivo complejo. A pesar de las medidas de alivio, la industria del vino en Argentina «busca soluciones adicionales para recuperar su posición en los mercados internacionales». A través de la cámara Coviar que agrupa a una gran cantidad de organizaciones empresariales de toda la cadena vitivinícola, han pedido acelerar acuerdos de comercio con otras regiones y países.