Con el 10,9% en octubre, siguen debajo del 2022. Cómo incide el dólar, falta de insumos y un impuesto que encarece el precio en las exportaciones de vino.
La suba del dólar y los costos
«Hay una baja de consumo en todos los mercados. La gente toma menos vino y eso es el verdadero desafío», analiza Marcos Jofré, CEO de Bodega Trivento, que un mercado súper competitivo ostenta el mérito de exportar la marca de vino argentino más vendida del mundo: el Trivento Malbec Reserve.
Frente a ese panorama, las bodegas ya estudian cómo incide el «nuevo» MULC (Mercado Único Libre de Cambios) que luego de tener un dólar congelado durante 3 meses volvió a moverse con la «microdevaluación» del miércoles 15. Lo que, más allá de la proporción, no deja de ser una buena señal frente al poder corrosivo de la inflación en los costos.
Para Jofré «el crawling peg del dólar oficial acorta un poco la brecha y permite calcular un mayorista a $364 en diciembre. Aunque no hay ninguna certeza sobre qué pasará con el esquema de liquidación de las exportaciones».
Las bodegas esperan saber si se extenderá el mix (70% dólar oficial/30% CCL), lanzado en octubre como incentivo por el Gobierno y que en principio vence el viernes 17. En el sector asumen que está supeditado al resultado del balotaje.
Mientras tanto, en el día a día cada vez más establecimientos tienen que lidiar (y adaptarse) al desafío de conseguir los insumos necesarios. De hecho, las bodegas pymes sufren más los faltantes, mientras las grandes, con otra espalda, resisten un poco más gracias a compras planificadas con anterioridad.
Particularmente afecta operativamente la falta de tapones y barricas de roble, junto a envases, condicionados por la dificultad de acceder a dólares para pagarlos a instancias de las SIRA (Sistema de Importación de la República Argentina) que controla el Banco Central.
Desde la gerencia operativa de Antigal admiten que algunos proveedores dejaron de dar precios, cotizar y, en definitiva, entregar mercadería.
«Efectivamente hay problemas para obtener insumos. Pero trabajamos bien en la planificación de stocks en diferentes áreas, saliendo a buscar alternativas antes para capear el temporal», admite Virgilio Cartoni, propietario de la bodega.
Precios: impacto de un nuevo impuesto
Mientras tanto, el titular del INV, Martín Hinojosa, asegura que «se está trabajando junto a Bodegas de Argentina», la cámara que aglutina a los principales exportadores del país, en poder normalizar la situación en cuanto a la disponibilidad de dólares para pagar las importaciones de insumos en tiempo y forma.
Así y todo, en un mundo que «descubrió» la inflación en dólares, el vino sigue en busca de posicionarse en el nicho más rentable de precios.
Argentina exportó entre enero-octubre a un promedio de u$d 3,51 el litro, 13% arriba de lo que se comercializaba en 2022. Aunque el granel, el más golpeado por la merma de ventas, tuvo la mayor suba: con un 20%, rompió la barrera del dólar.
«El precio promedio del vino fraccionado llegó a 4,24 dólares/litro (+9,3%) y el granel a 1,01 dólares. En el período enero-octubre ha aumentado el precio medio de los vinos varietales, espumosos y sin mención varietal«, detalla el informe del INV.
Así, en algunos destinos se detecta una mayor caída por encima de los u$d 80 precio FOB por caja. En el rango de los u$d 10, donde Argentina intenta posicionarse, las bodegas intentan afinar su estrategia de promociones, con resultados dispares según el mercado.
Hay un costo extra que también cambió el contexto externo. Los exportadores se muestran preocupados por un aumento del impuesto a la bebidas alcohólicas que entró en vigencia en Reino Unido, un mercado clave para el vino argentino.
El gravámen se ajustó más o menos por bandas según el grado alcohólico de los vinos para desincentivar el consumo de los productos con más alcohol. Básicamente, los importadores deberán pagar una alícuota más elevada en el rango de 10,5° hasta 14,5°, mientras que por encima de ese valor sigue igual y se reduce por debajo de los 10,5°.
Fuente: Sitio Andino