Las cifras del primer cuatrimestre de 2025 muestran un crecimiento sostenido, tras un 2024 marcado por la caída en el consumo.
El sector vitivinícola argentino arrancó el año con señales alentadoras: las ventas de vino en el mercado interno registraron un crecimiento del 6,5% durante los primeros cuatro meses de 2025, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). Solo en abril, los despachos aumentaron un 7,9% respecto al mismo mes del año anterior, totalizando 58,5 millones de litros.
Este repunte representa 13,6 millones de litros adicionales frente a abril de 2024, y marca el cuarto mes consecutivo de subas interanuales: 9,9% en enero, 6% en febrero, 1,9% en marzo y 7,9% en abril. También se destaca un incremento del 5,1% entre marzo y abril de este año.
Un 2024 para el olvido
El repunte llega luego de un 2024 difícil para el sector. El mercado interno de vino cerró el año con una caída del 1,2%, y acumuló una baja del 2% entre enero y octubre, respecto al mismo período de 2023. Hasta noviembre, la merma interanual en los despachos fue del 1,3%.
Aun así, referentes del sector señalan que la caída fue menos severa que la de otros productos de consumo masivo, que sufrieron bajas del 15 al 20%. Magdalena Pesce, CEO de Wines of Argentina, explicó que los segmentos más económicos fueron los más afectados. “Una parte de la población nunca dejó de consumir vino, pero la mayor caída se vio en los vinos de línea base”, afirmó.
En la misma línea, Mario González, presidente de COVIAR, advirtió que esos segmentos siguen con dificultades: “Los vinos de entrada de gama están vendiendo por debajo de los costos. Por eso, aunque el panorama mejora, 2025 no será un año fácil”.
Qué tipos de vino impulsaron el crecimiento
Entre enero y abril de 2025, el crecimiento se explicó principalmente por el aumento en las ventas de vinos sin mención varietal, varietales y espumosos. Los vinos color crecieron un 14,1%, mientras que los blancos cayeron un 10,6%.
Los vinos varietales registraron un alza del 9,7% en el primer trimestre del año, y los sin mención varietal subieron un 4,8%.
En cuanto a los envases, se observaron tendencias diversas:
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Las botellas aumentaron un 10,7% y siguen siendo el formato más elegido, con el 62% del mercado en Mendoza.
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Las ventas en damajuana crecieron un 13,8%.
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El bag in box tuvo una suba notable del 230,2%.
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El Tetra Brik cayó un 5,3%.
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El vino en lata sufrió una baja del 48,4%.
En contraste, durante 2024 las caídas habían alcanzado al Tetra Brik (-4,3%), damajuana (-20,4%), lata (-12,3%) y bag in box (-28,5%). Sólo el vino embotellado había mostrado una leve suba del 0,5%.
Un consumo que todavía preocupa
A pesar del repunte, el consumo per cápita sigue siendo bajo. En 2023 tocó su piso histórico, con 16,7 litros por habitante. En marzo de 2025, se registró una leve mejora con 1,17 litros por habitante, un 1% más que en marzo de 2024.
Desde el sector miran con cautela el escenario: la recuperación del consumo dependerá, en gran medida, de que los precios no aumenten por encima del poder adquisitivo de la población. La tendencia positiva genera expectativas, pero la estabilidad del crecimiento está aún por verse.