Así lo planteó el ministro y vocero del gobernador, Víctor Ibañez. Habló de los nuevos destinos que tendrían los fondos previstos originalmente para la represa sobre el río Grande.
Efectivamente, Rodolfo Suarez ya pidió permiso a Alberto Fernández para que, en caso de dilatarse la concreción de Portezuelo del Viento, pueda utilizar los U$S 1.023 millones para realizar otras obras de generación de energía y, además, para aumentar la productividad en la zona agrícola.
Paso siguiente, el funcionario agregó que «solicitamos realizar otras obras sobre energía y productividad». En este punto, el convenio que firmó oportunamente Alfredo Cornejo y Mauricio Macri estableció que podría modificarse el contenido «en buenos términos».
Y, sobre el final, se refirió a los beneficios que tendría Malargüe en un eventual plan alternativo a Portezuelo: «Llegado ese caso, el gobernador va a convocar a todos los sectores para armar un plan de obras para todo Mendoza poniendo especial énfasis en Malargüe«.
Por lo tanto, aparece como más viable un plan de obras múltiples, algunas de ellas capaz de generar energía, como pequeñas centrales hidroeléctricas, y otras destinadas a mejorar la calidad y cantidad del recurso hídrico en distintos puntos de Mendoza, como Malargüe.
