La vitivinicultura enfrenta amenazas de insostenibilidad económica y ambiental, poniendo en riesgo su acceso a mercados globales. Por María Gabriela Lizana, Diputada Provincial.
En un contexto global donde la sostenibilidad ha pasado de ser una opción a una necesidad, surge una pregunta urgente: ¿qué entendemos por sostenibilidad en el sector vitivinícola? Para que una cadena de valor sea considerada sostenible, debe cumplir con tres pilares fundamentales: ser rentable en todas sus etapas, generar beneficios amplios para la sociedad, y tener un impacto positivo o neutro en el entorno natural.
La actividad vitivinícola enfrenta múltiples desafíos. No puede considerarse sostenible si contamina el medio ambiente, genera condiciones laborales insalubres o no es rentable para algún eslabón de la cadena. La crisis alimentaria mundial, que afecta a más de 828 millones de personas según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se suma a la creciente contaminación planetaria y el aumento de la pobreza, lo que subraya la urgencia de actuar.
La Agenda 2030: Un Llamado a la Acción
En 2015, la ONU aprobó la Agenda 2030, rebautizado recientemente como «Pacto del Futuro 2045», un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad. De las 169 metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), más de tres cuartas partes están relacionadas con el ámbito rural, lo que resalta la importancia de las cadenas agroalimentarias, incluidas las vitivinícolas.
La sostenibilidad no es solo responsabilidad de los Estados. Las empresas también deben adaptarse, ya que aquellas que no lo hagan quedarán fuera del comercio mundial. Según la FAO, las cadenas agroalimentarias son motores de crecimiento que benefician a productores, consumidores y al Estado. Sin embargo, la rentabilidad de los actores más vulnerables está en riesgo, afectada por prácticas comerciales desleales y posiciones dominantes en el mercado.
Europa y la Lucha Contra las Prácticas Comerciales Desleales
Tras la crisis financiera global de 2008 y la posterior crisis de los agricultores, Europa implementó la Directiva (UE) 2019/633 para abordar las prácticas comerciales desleales en la cadena de suministro agrícola. Esta medida busca garantizar que los agricultores, los eslabones más débiles de la cadena, obtengan precios justos que les permitan invertir y desarrollar una producción sostenible.
El Comité Económico y Social Europeo ha recomendado mecanismos de monitoreo para asegurar una distribución equitativa del valor añadido en la cadena alimentaria. En España, se han reforzado leyes que protegen a los eslabones más débiles, reconociendo la importancia de su sostenibilidad.
La Sostenibilidad en la Vitivinicultura Mendocina
En Mendoza, es vital que la producción vitivinícola proteja a sus productores y mantenga altos estándares de sostenibilidad, tanto ambiental como social. El impacto de no hacerlo es grave: sin un compromiso con la sostenibilidad, los productos locales no podrán acceder a los mercados globales, que cada vez exigen más certificaciones.
No proteger a los eslabones más débiles de la cadena, permitir prácticas comerciales desleales, o derogar leyes que establecen contratos escritos con precios y condiciones claras, es un retroceso peligroso. Esto afectará negativamente no solo al desarrollo rural, sino también a la reputación de las empresas exportadoras, que serán vistas como indiferentes ante la sostenibilidad.
Conclusión
La vitivinicultura insostenible no es solo una amenaza para la economía local, sino también una autoexclusión de un mundo que cada vez más reconoce el valor de la ruralidad. Los productores no deben aceptar la insostenibilidad como una norma. Debemos defender la ruralidad y la justicia en la distribución de ingresos en toda la cadena vitivinícola.
No a la venta sin contratos justos. ¡Sí a una distribución equitativa de la renta en toda la cadena!
Nota exclusiva para Uvas Argentinas. En caso de usar el contenido o reproducirlo no olvide citar como fuente a Uvas Argentinas – www.uvasargentinas.com.ar
5 Comentarios
Buen día es así Enrique, y se te pasó el tema que cuando quieren las cuatro o cinco grandes corporaciones para bajar el precio del vino importan vino de Chile y nos bajan el precio al productor, esto se acabaría de una sola forma dejar un año la uva para abono a la cuenta te sale más barato no pagas gastos de cosecha traslado y otras tantas cosas que estamos cautivos el tema es que no todos pueden hacerlo ya que viven de los viñedos, sería interesante buscar otras alternativas para dar una solución a esta problemática y si no se plantara alfalfa y chau viñedo y que se jodan las bodegas por no cuidar a los productores que tanto sacrificio y esmero le ponen a sus viñedos Saludos a los productores vitivinicolas que son las razón de ser de la producción de vino del País.
Enrique, no te ilusiones esta señora o señorita, no sé. No va hacer nada. Solo hacen política, no tienen idea de nada, desconocen la problemática, cada día habrá menos viñedos y más chacras.
Está señora es del palo de Masa a lo mejor eso te dice algo . Te lo resumo » Mentirosos Seriales, plan platita, inflación, generadores de vagos y respaldo a los delincuentes. Nunca van hacer nada por nosotros los gringos brutos que trabajamos sin recursos y al rayo del sol.
Hola Enrique, excelente su texto, sumar que la manga de piedras La recibe el viñatero. Pero…la solución es: aplicar lo de europa. No producir uva sino tiene para la cadena completa hasta vender la botella etiquetada. Hijo de viñatero que caminaba 10 kms para ir a la escuela, Jocoli…y asi matar los bodegueros
Palabras de políticos, diagnóstico sin ninguna propuesta de solución…
Pareciera que quien esto escribe, con el mayor de los respetos, desconoce que desde siempre las prácticas de los poderosos es la misma, máxime en la viticultura, donde el productor siempre está a merced del industrial (bodeguero). La ecuación es muy simple. El industrial debe comprar la materia prima para elaborar su producto y el productor debe vender su producido. Pero aquí es donde se desvirtúa todo en contra del viñatero, ya que este entrega sus uvas a la bodega bajo la modalidad «maquila» y termina vendiendo vino, el cual no elabora ( lo hace el bodeguero). El bodeguero en este caso y bajo contrato, le recibe la uva al viñatero y la convierte en vino. Luego de ciertos meses el INV autoriza la «liberación» de los vinos y el productor termina vendiendo una parte de vino al bodeguero, debiendo esperar a que el INV vuelva a autorizar la liberación de los demás porcentajes. En ese ínterin el bodeguero cobrará al viñatero gastos de elaboración, los cuales se cobra en litros de vino, más los descuentos de AFIP, ganancias, etc, etc. Ahora bien, vamos a ver la otra cara de la moneda: Por distintas circunstancias el vino de traslado o vinos a granel o como quiera denominarse, se presenta con buenas perspectivas de precio, entonces aparece nuevamente el bodeguero, pero ahora «le es imposible hacer vino a maquila», ahora va a COMPRAR UVA porque la conveniencia es muy grande. Obviamente que esa compra no es de contado, sino que tiene una parte en efectivo y lo demás en documentos pagarés. ( idem a la compra de vino de traslado). Pero ahora con ese efectivo el viñatero deberá afrontar los gastos de cosecha y acarreo desde su propiedad hasta la bodega contratante. Y puede seguir la historia considerando que el viñatero debe hacer frente a pago de salarios de peones, impuestos, abonos fertilizantes, tareas de arado, poda, combustibles para tractor, gastos de regadío, repuestos y reposición de herramientas, etc, etc, etc.
El viñatero siempre estuvo «bajo la pata del bodeguero» que maneja el viento para donde más le conviene. Lamentablemente esto va a seguir siempre así porque ya está enquistada está operatoria desde hace muchos años y nada va a hacer cambiar la modalidad de «maquila si, maquila no». En Europa este sistema es desconocido, porque cada viñatero elabora su propia producción. Se dice que en España, antes de plantar una viña » te haces tu pequeña bodeguita para elaborar tus uvas». Y allí cada productor hace vino, otro elabora manzanilla y así sucesivamente. Estimo que la Sostenibilidad es cada día más lejana, pero a su vez me alienta que una diputada se interese sobre el tema y tenga la valentía de exponer «un tema tan añoso». Saludos Cordiales desde San Juan. Enrique Tejada.