El organismo que regula la calidad del vino producido emitió una decisión que anticipa los tiempos para los vinos nuevos de esta cosecha y algunos productores lo ven con malos ojos.
Vender más vino. Esa es la premisa de la nueva medida implementada por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) que modifica la logística y reglamentación que impone año a año la producción de la bebida nacional.
La reglamentación, que lleva la firma del nuevo presidente del INV, Carlos Tizio, tiene la misma lógica que atraviesa al Ejecutivo nacional y a las anteriores medidas en materia vitivinícola, que intenta desreglamentar y quitar trabas burocráticas.
De hecho, en el agasajo de Bodegas de Argentina, el mismo gobernador Alfredo Cornejo reconoció que la industria necesita eliminar «medidas regulatorias ridículas, absurdas e innecesarias”.
En este caso, la decisión gira en torno a la autorización de consumo del vino nuevo, de la temporada 2024. Todos los años, el INV impone una fecha de liberación del vino nuevo que generalmente suele ser luego del 1 de junio pero antes del 10 de julio. Para esa fecha recién pueden ponerse en góndola los vinos de esta temporada.
Esa fecha seguirá siendo vigente para los vinos genéricos, pero ahora el INV autorizó que los vinos varietales ya puedan autorizarse para la venta, con la condición de que estén técnicamente estables para el consumo.
La otra condición central es que la uva que se utilizó para su elaboración haya ingresado al establecimiento elaborador como mínimo unos 40 días antes de gestionar el trámite.
«Aquellos industriales que deseen despachar al mercado externo y consumo interno vinos nuevos identificados como varietales que se encuentren enológicamente estables, y aun cuando no hayan finalizado con los ingresos de uvas, podrán gestionar la correspondiente certificación y solicitud de análisis», dice la Resolución 3/2024 con la firma del titular del INV, Carlos Tizio.
De esta manera, las bodegas que deseen poner en góndola o exportar los vinos varietales (que no pasan por barrica, por una cuestión de plazos), ya pueden tramitar su autorización, sin esperar a mitad de año, cumpliendo esos requisitos.
La idea es liberar aquellos vinos de baja graduación alcohólica, frescos, para poder competir en algunos mercados del Hemisferio Norte, para la llegada de la primavera en esa región.
La medida promete malestar en los viñateros. De hecho algunos productores de San Juan ya se mostraron disconformes.
Sugieren que robustecer el stock de vino disponible en góndola y en los establecimientos productores, justo en la época de vendimia, le da un nuevo golpe al precio del kilo de uva de cosecha, justo en medio de la tensión entre viñateros y bodegueros por esa negociación.
5 Comentarios
Que sea necesario cambiar, puedo compartirlo. Que todo cambio sea por sí mismo, bueno, es evidentemente una falacia. Y muchas veces, lo que se presenta como cambio, es más de lo mismo: beneficios para el poderoso, perjuicios para el débil
El productor primario siempre aporta a la venta de vinos con los precios viles que el bodeguero grande decide pagar sin tener tercer en cuenta los altísimos costos de producción de uva. Siempre hay una excusa para pagar menos que el costo de producir. Éste año los exportadores reciben los dólares sin retenciones y tienen una devaluación superior al 150% del dólar exportador, sin embargo pagan una uva con apenas el 60% de aumento en relación al año pasado y se están quejando de la burocracia???
Ricardo, no te va esa función de modernizador o innovador. Ocurre que a los que siempre jode la libertad de mercado es al primero de la cadena. Es decir: al productor. Está medida es solo para beneficiar a los exportadores. Y la misma nota lo delata; a confesión de parte…. Al viñatero lo quieren arreglar con dos pesos y los exportadores se llevan la parte del león. El tema es que los productores votan siempre a sus enemigos
No hay mucho qué pensar. Hace 100 años que estamos estancados en el mismo barro y no queremos salir. A los chanchos le gusta siempre su mismo barro, y su escasa inteligencia no les permite experimentar los cambios, ni capitalizar ninguna mejora. Sigan haciendo lo mismo y siempre conseguirán los mismos resultados, pero agravados porque la ciencia,la tecnología y el mundo siguen avanzando.
Hay dos puntos que regula el mercado el principio y el final de la cadena…. el productor y el consumidor. El productor tiene que fijar el precio no el bodeguero. Y el consumidor es el fija la demanda y se tiene que hacer por precio y calidad.
Hasta que no nos demos cuenta que el poder lo tiene el productor y el consumidor seguirán existiendo bodeguero y diferentes actores de la comercialización llenándose de dinero.
Productores quejándose y consumidores esperando que abran las exportaciones de otros países con valores más razonables.