Las uvas no son un alimento excesivamente caro en nuestros supermercados y, de hecho, son un producto con una larga tradición de cultivo en nuestro país.
Se trata de una fruta que tiene muchos usos para nuestra gastronomía: desde su tradicional consumo en vinos, zumos y licores, pasando por su aportación a los postres y sin olvidar su importante papel el 31 de diciembre de cada año, en las campanadas.
Es común tener estas piezas de fruta en nuestras neveras, que además tienen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y diuréticas. Su consumo está extendido por todo el mundo, pero existe un lugar en concreto, donde estas pequeñas delicias pueden llegar a costar 400 euros por pieza.
Se trata de una variedad de uvas muy exclusiva que se cultiva en la isla de Honhsu, en Japón. Son las uvas «Ruby Roman», que se caracterizan por su color rojizo y por tener un tamaño similar al de una pelota de ‘Ping-Pong’. Este exclusivo producto llegó a valer casi 10.000 euros en una subasta celebrada en 2016.
Son de una variedad muy dulce que siembra el gobierno japonés desde 1994 en la prefectura de Ishikawa, en la isla de Honshu. Para calificar como uvas «Ruby Roman», cada fruta debe contener al menos un 18% de azúcar, pesar un mínimo de 20 gramos y tener bajo nivel de acidez.
Los costes de producción son muy elevados y la cosecha muy reducida, lo que aumenta aún más la exclusividad. Cada grano de uva se examina individualmente para comprobar que alcanza los exigentes estándares de calidad, y los racimos seleccionados, de unos 700g, se tratan como verdaderas joyas.
FUENTE: ELPERIODICO.COM