Científicos del CONICET en articulación con una bodega de Maipú, investigan compuestos bioactivos presentes en residuos de la producción de vino y aceite de oliva, con potencial para prevenir cánceres comunes en Argentina, promoviendo un modelo de economía circular.
Especialistas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) están explorando las propiedades antitumorales de subproductos generados durante la elaboración de vino y aceite de oliva. El proyecto se centra en el orujo (mezcla de escobajo, piel, pulpa y semillas de uva) y el alperujo (mezcla de agua de vegetación, pulpa y restos de carozo de aceituna), considerados tradicionalmente como residuos industriales.
La iniciativa, enmarcada en un modelo de economía circular, busca revalorizar estos desechos a través de la extracción sostenible de compuestos bioactivos con potencial terapéutico. Este enfoque innovador utiliza Solventes Eutécticos Profundos Naturales (NADES, por sus siglas en inglés), una tecnología respetuosa con el medio ambiente que emplea componentes naturales como azúcares, alcoholes y ácidos orgánicos, en lugar de solventes químicos.
El proyecto nace de un convenio entre el CONICET y la bodega Trivento de Mendoza. Las actividades de investigación están lideradas por equipos del Instituto de Medicina y Biología Experimental de Cuyo (IMBECU, CONICET-UNCUYO) y del Instituto de Biología Agrícola de Mendoza (IBAM, CONICET-UNCUYO). Durante la firma del acuerdo, el Dr. Walter Manucha, director del IMBECU y vicedirector del CONICET Mendoza, destacó la importancia de las alianzas público-privadas para impulsar la transferencia de conocimientos al sector socioproductivo: “Los acuerdos público-privados en relación a inversiones, capacitaciones y transferencia al sector socioproductivo son lo más importante que pueden brindar instituciones científico-tecnológicas. El CONICET, a través de sus laboratorios, puede obtener resultados positivos en cuanto a salud. Me parece que es algo digno de destacar y que la población debe conocer”.
Propiedades de los compuestos bioactivos
El orujo y el alperujo contienen compuestos fenólicos bioactivos que podrían ser clave en la prevención de tumores como los de riñón, colon, mama y próstata, tipos de cáncer altamente frecuentes en Argentina. Según Constanza López Fontana, investigadora del CONICET y una de las responsables del proyecto, estos compuestos naturales tienen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antitumorales.
“Gran parte de estos compuestos se depositan en el residuo del proceso industrial. En el caso del aceite de oliva, el ochenta por ciento queda en el alperujo, y estos biocompuestos pueden actuar solos o formando una matriz con efectos beneficiosos”, explicó.
Los extractos obtenidos a partir de orujo y alperujo se testean en modelos celulares para medir su capacidad de inhibir la proliferación, migración y viabilidad de células tumorales. Según la científica Virginia Pistone Creydt, del IMBECU, estos extractos han demostrado una notable actividad preventiva frente al desarrollo de tumores:
“Lo que hacemos es medir variables biológicas relacionadas con comportamientos antitumorogénicos o tumorogénicos, como proliferación y capacidad metastásica, y analizar cómo los extractos regulan estas variables”.
Ciencia al servicio de la sociedad
El proyecto también subraya la relevancia de la vinculación entre la ciencia y la industria. Para Joana Boiteux, investigadora del IBAM, la colaboración interdisciplinaria y el enfoque sostenible permiten no solo abordar problemáticas ambientales, sino también generar soluciones innovadoras para la salud y la industria: “Creemos que la vinculación con empresas es clave para transferir lo que hacemos en el laboratorio, contribuyendo a la generación de soluciones para la industria, el medio ambiente y la población en general”.
Este convenio reafirma el compromiso del CONICET con el desarrollo sostenible y la transferencia de conocimiento científico hacia la sociedad, destacando el potencial de los subproductos industriales como fuente de compuestos con alto valor agregado para la salud humana.
FUENTE: CONICET.GOV.AR