La plaga tiene un impacto económico principalmente en los productores de uva de mesa. En la provincia se han obtenido buenos resultados gracias a controles tanto públicos como privados. El estado nacional y provincial son actores esenciales con la campaña de la erradicación de la Lobesia Botrana.
Comenzó la campaña de prevención, control y erradicación de la Lobesia Botrana para este año. Los productores pueden buscar los productos contra la plaga en Sanidad Vegetal, a los efectos de aminorar su prevalencia en el primer vuelo de la polilla. Desde SENASA sostienen que el impacto de la plaga es menor gracias a una toma de conciencia de los productores y a un trabajo coordinado desde hace tiempo.
La polilla de la vid o Lobesia Botrana es una de las plagas más complicadas con las que lucha el sector productivo. Su impacto produce daños graves en los cultivos y como consecuencia de ello hay importantes pérdidas económicas.
El ingeniero Carlos Bontcheff, a cargo de la regional del SENASA, dialogó con Zonda Diario sobre lo que se está haciendo contra esta plaga. Afirmó que «el programa de Prevención y Erradicación de Lobesia es nacional «. Este programa lo lleva adelante el SENASA y se cuenta con la participación de organismos provinciales como es la Dirección de Sanidad Vegetal y Alimentos para San Juan.
La campaña de prevención se programa en forma conjunta con los entes pertinentes, donde se establecen estrategias para el control de la plaga. «Fundamentalmente nos basamos en el control químico, que tiene que hacer el productor y en lo posible que el viñatero aplique la técnica de confusión sexual que es una herramienta considerada como eficiente y eficaz para el control».
La técnica de confusión sexual y el control químico se exige para productores de uva de mesa «que comercialicen su producción fuera de la provincia«, explicó Bontcheff. También hay un «sistema de mitigación de riesgos aprobado para exportar a destinos como Brasil, para tratar de no exportar la uva con tratamiento cuarentenario, con bromuro de metilo y todo lo que eso lleva«.
El ingeniero Bontcheff afirmó que «cuando surge una plaga nueva, al principio los productores no tienen todos los conocimientos y le cuesta adoptar las técnicas para control«. Pero «a lo largo de los años de las distintas campañas tuvimos logros a nivel provincial y a nivel predial muy importantes«. En ese sentido afirma que «el productor de uva de mesa que tiene un impacto sobre la cantidad y la calidad sabe que el control es fundamental en el primer vuelo«.
El especialista afirma que «tener una población baja a nivel predial posibilita llegar a cosecha con la posibilidad de evitar el bromuro de metilo. El productor de vid tiene incluido en su calendario sanitario el control de lobesia«. Lo cierto es que «muchos productores lo hacen por cuenta propia y otros gracias al apoyo del Estado nacional y provincial con productos de control de la plaga«. Vale marcar que también se hacen controles de fumigación aéreos.
El objetivo que se tiene con la campaña de todos los años es «bajar la incidencia de la plaga. Si todos los años empezamos la campaña haciendo las aplicaciones en los momentos y la forma adecuada de los productos, el productor a nivel predial puede llegar a la cosecha con bajos daños en sus cultivos«. Lo real es que el control de la plaga permite a los viñateros tener mejor producción y mejor calidad. Esto incluye a los productores de uva de mesa y pasas».
Cuando analiza la evolución de la plaga, el funcionario del SENASA explica que «en la provincia de San Juan estamos teniendo menos capturas a igual fecha que el año pasado. Esto se debe a que el productor tiene incorporado en su calendario sanitario el control de la Lobesia«. Es por esto que consideran que gracias al esfuerzo del estado nacional y provincial «haya menos cantidad de capturas en la red oficial, lo que implica que los controles en el primero y segundo vuelo dieron resultados«.
Los resultados a nivel predial han sido muy buenos, pero hay productores que hacen buenos controles en sus fincas y no ocurre lo mismo en las colindantes «por eso para el primer vuelo hay una aplicación a gran escala que se hace con el avión, en los departamentos que hacemos el seguimiento y donde pueden tener mayor impacto«. Cuando la actividad no es pareja con fincas vecinas «ahí interviene la Dirección de Calidad Vegetal con cuadrillas que asisten a los productores con productos y aplicaciones puntuales localizadas para ir solucionando estos problemas«.
FUENTE: DIARIOELZONDASJ.COM.AR